Rubén Álvarez coge la guitarra y la hace hablar. Sus dedos llevan años jugando con las seis cuerdas, desde principios de los noventa. Siempre tuvo inquietud por descubrir nuevos sonidos y percibía que se le daba bien. Lleva tiempo de profesor de este instrumento en la Fundación de Música Moderna, es técnico de sonido, ha producido no pocos discos y es un enamorado de Mike Oldfield, así como uno de los impulsores de su banda tributo avilesina. Toca en varios grupos, intercala el folk con otros estilos y también tiene colgados en Spotify dos discos, "Pieces of memories" de cuando era un chaval, y otro más actual, "The Blast". Ambos juegan con el rock progresivo instrumental.
Álvarez recibió clases de José Carlos en la Casa de Cultura de Piedras Blancas cuando era un niño. "Tenía mucha facilidad, aprendía rápido y me adaptaba la clase. Allí descubrí a los 'Guns'n'Roses'", señala el músico, que poco después descubrió vinilos rockeros con su tío Joselín. "Mi primera cinta tenía temas de Mike Oldfield, Eric Clapton y Jimi Hendrix", apunta el guitarrista que escuchaba por primera vez blues, jazz, "Led Zeppelin", "The Rolling Stones"... Poco a poco, se fue haciendo un hueco en la música y formó parte de un grupo grunge "Malduin", con Alejandro Jaén, "Jano". Tocaban en Piedras Blancas y en las Escuelas de Arnao, entre otros lugares.
Después, y dada su progresión, con veinte años comenzó a impartir clases en la Fundación de Música Moderna. "Leí mucho de guitarras en todo este tiempo", señala. Paralelamente, se acercó al mundo del folk porque le chiflaban "Jethro Tull" y de nuevo Mike Oldfield. Primero, estuvo con "Xéliba", luego con "N'Arba", y más tarde con "Tejedor", formación en la que sigue y con la que ha descubierto escenarios "exóticos".
Con "Felpeyu", participó en las "Scandinavian nights", y tocó en ocho conciertos en diez días en Dinamarca y Suecia. Su primer contacto con el rock y la carretera fue con "Madera rock" aunque antes ya había tocado con "Tim Pan Ale" temas de hard rock. Con "Madera" hizo giras de furgoneta por todo el país y con "Crudo" ayudó a generar ese sonido de rock contundente.
Es guitarrista de "Dixebra" desde 2011 y toca en grupos de versiones como "Franklin", hace bossa nova y boleros con Ari Valdivié y lo que le echen y sobre todo, se deja llevar por el músico de sus amores, Mike Oldfield, con el que cosecha éxitos allá donde actúa con su tributo, ayer, en Barcelona y hoy, en Madrid.
