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Los pescadores critican la prohibición de entrar al dique de San Juan tras dos muertes

"Somos jubilados que tenemos un hobby y la escollera es un lugar ideal", sostienen los afectados sobre la medida tomada hace unos meses

El cartel que avisa del peligro en el dique de San Juan. MARA VILLAMUZA

La prohibición de acceso al dique de San Juan de Nieva enfrenta a los pescadores con el presidente de la Autoridad Portuaria, Santiago Rodríguez Vega. Los aficionados quieren seguir accediendo al espigón "como se hizo siempre" y el Puerto reitera que es una zona peligrosa, como quedó acreditado con las dos muertes que ocurrieron en el lugar el año pasado: la de la atleta avilesina Élida Fernández en enero y la del corverano José Ramón Pérez Sáiz, Campino, en mayo.

"Los pescadores de toda la comarca, incluso de Oviedo, Gijón o las Cuencas mineras, vamos a esa zona, no entendemos que ahora se nos prohiba. Hablamos con Rodríguez Vega, pero no nos da permiso para entrar", señaló ayer Celestino Rodríguez, portavoz del colectivo.

En el acceso al espigón hay una cadena que cierra el paso y un cartel bien visible que informa del peligro. "El peligro es mínimo", aseguró Celestino Rodríguez. "Muchos de los que vamos a pescar somos jubilados y tenemos un hobby que es pescar, el dique es un lugar ideal porque no es peligroso", añadió.

Rodríguez y sus compañeros de afición se reunieron recientemente con el presidente del Puerto para intentar llegar a un entendimiento, pero no pudo ser. "Nosotros fuimos con idea de negociar y propusimos varias concesiones como pescar sólo nueve de los doce meses del año, de abril a diciembre, porque en los tres primeros meses del año es cuando pero está la mar, pero no se aceptó esta idea", dijo. "También nos comprometimos a hacer un seguro para eximir al Puerto de los accidentes, tampoco se nos tuvo en cuenta. Fueron rechazadas todas nuestras ideas, el Puerto no tuvo en cuenta ninguna de las concesiones que le propusimos", afirmó el portavoz de los pescadores.

Rodríguez Vega fue ayer tajante: "La prohibición es por seguridad, se trata de una escollera de protección marítima y no se puede acceder a ella". "Entiendo a los pescadores, pero no se puede levantar la mano con unos sí y con otros no", dijo. "No quiero más accidentes, ya hubo dos muertes el año pasado", añadió.

Pese a las advertencias que hay a la entrada de la escollera, hay personas que siguen accediendo. La Policía Portuaria ha incrementado la vigilancia de la zona sobre todo en días de temporal. Además, tras las dos muertes, el Puerto ha decidido multar a quienes desdeñan las advertencias. Por ello, ha modificado la normativa de sanciones y ha introducido una específica calificada como falta "grave" para castigar con una multa de 300 euros a quienes accedan al dique sin autorización. Los agentes de la Policía Portuaria impusieron la primera multa de 300 euros a un paseante que accedió al espigón el pasado mes de diciembre.

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