La retirada, ayer, del conjunto escultórico "El tratante" del lugar que ocupa desde hace años en el parque del Carbayedo fue la comidilla de vecinos, comerciantes y transeúntes. Nadie daba crédito a la presencia de dos empleados municipales que, provistos de martillo eléctrico, pico, pala y carretilla, cavaron a los pies del "paisano" y del xato que lleva de la rienda para dejar al aire los pernos de las piezas y llevarse las mismas a un almacén municipal. De inmediato corrieron varias teorías, a cual más descabellada. Las dos que más calaron entre la población desinformada fueron que el Ayuntamiento había decidido llevar la escultura para la ría o que su nuevo destino era el parque de Las Meanas. Nada más lejos de la realidad: el tratante y el xato cambian de "prao", pero se quedan en el parque del Carbayedo, solo que unos pocos metros más abajo de su ubicación original, enfrente del restaurante Casa Tataguyo.

El traslado de este conjunto escultórico es consecuencia de la inminente colocación de una marquesina de autobús en el lugar donde estaban las figuras de bronce. Se trata de una antigua reivindicación de los usuarios de transporte público que por fin se va a ver atendida, pero que por la falta de espacios adecuados obliga a hacer la mudanza escultórica. La previsión municipal es que en una semana, más o menos, concluyan los trabajos. El tratante y el xato serán colocados en una solera de hormigón que aún debe fabricarse y que ocupará la esquina de uno de espacios ajardinado en la zona alta del parque del Carbayedo.

El autor de este conjunto escultórico, amado Hevia, "Favila", no puso objeción alguna al traslado una vez que este diario se lo comunicó, aunque también es cierto que no fue consultado al respecto por parte del Ayuntamiento. Al igual que el vecindario del Carbayedo, Favila defiende que el tratante y el xato "tienen que estar en esa zona porque es ahí donde se celebraba antaño el mercado de ganado que inspira la obra". Este conjunto escultórico data de 1999 y forma parte del catálogo de arte urbano de Avilés, integrado por una treintena de obras. Lo entrañable de la misma la ha convertido en este tiempo en un de las más querida por los niños y figura entre las favoritas de lugareños y foráneos para hacerse fotos.