Un siglo y cuarto. Este es el tiempo que las Hijas de la Caridad llevan educando a alumnos en el barrio de Santa Ana de Miranda, en el colegio "Luisa de Marillac". Las hermanas iniciaron ayer los actos conmemorativos de su fundación, que se remonta al año 1894. En la mesa redonda que precedió a una eucaristía y un concierto participó la directora del centro, sor Nieves Fernández Núñez; el sacerdote e investigador José Manuel Feito; la visitadora de las Hijas de la Caridad y de la provincia "España Norte", sor María Concepción González, y el secretario general de Escuelas Católicas de Asturias, Carlos Robla. Este último aplaudió el trabajo desarrollado en el colegio: "La sociedad no reconoce en su justa medida el trabajo que realizan estas instituciones. Si no llega a ser por ellas habría mucho analfabeto".
También valoró la labor docente en este centro sor María Concepción González. Apuntó a su vez que el reto de los centros como el "Luisa de Marillac" es mantenerse dado el importante descenso de la natalidad: "Esto supone que tenemos que depender de las ayudas de los gobiernos y, si baja la natalidad, se cierran unidades. Nosotras sin concertar no podemos estar porque mantener un aula abierta supone un gasto elevado que las familias y procuramos que éstas no tengan que hacer un gran desembolso económico, nuestro estilo es para gente sencilla". En el colegio "Luisa de Marillac" de Miranda estudian a día de hoy un total de 270 alumnos.
El sacerdote José Manuel Feito repasó la historia del colegio, que comienza con un benefactor llamado Sergio Suárez Bragaza, un hombre que allá por 1894 fundó una "escuelina" para que "treinta niñas pobres del pueblo de Miranda recibieran educación gratuita". En septiembre de aquel año se firmó el contrato de fundación de las escuelas del Santo Ángel de la Guarda de Miranda -nombre original del actual colegio "Luisa de Marillac" - y el 19 de noviembre se hicieron cargo de la obra las Hijas de la Caridad. Hasta hoy.
Ayer en el centro se dieron cita alumnos, exalumnos, profesores... Carmen Luengos, sor Camen, trabajó durante treinta años en el colegio con los más pequeños como profesora de Infantil. María Eugenia González, alumna de la promoción de 1972, recordaba ayer su paso por las aulas: "Era un colegio muy divertido y las monjas eran encantadoras. Además hacíamos muchas actividades. Había música, baloncesto, costura...".
Asistió también a la fiesta inaugural de los actos conmemorativos por el 125.º aniversario del centro Mabel González, que fue alumna del "Luisa de Marillac", madre de una estudiante y actualmente trabaja como docente en el centro. "Después de estudiar aquí fui a la Universidad. Años después matriculé a mi hija y, más tarde, empecé a trabajar. Las cosas han cambiado mucho: en la dictadura había otra forma de trabajar y ahora estamos adaptándonos a las nuevas tecnologías". Todos desearon salud al "Luisa de Marillac", al menos para cumplir otro siglo y cuarto más.
