Cinco años y siete meses de prisión, el pago a su víctima de más de 18.000 euros y la prohibición de comunicarse o acercarse a ella durante cuatro años. Esta es la condena que ha impuesto el titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Avilés al agresor de Bustiello, al que atribuye un delito de agresión sexual, otro de lesiones y otro de robo con violencia . La sentencia, notificada ayer a las partes, no es firme y contra ella cabe recurso.

Los hechos, que se juzgaron la semana pasada en el palacio de Justicia de Marcos del Torniello, ocurrieron sobre las 13.45 horas del 24 de febrero de 2018. El acusado, de 19 años, se encontró en Bustiello con una vecina que se dirigía paseando a su domicilio acompañada de su perro. "Cuánto cobras, que tengo dinero", le espetó el ahora procesado, que a continuación le impidió el paso y le ofreció pagarle a cambio de favores sexuales, a lo que ella se negó. Siempre según los hechos probados de la sentencia, el acusado llegó a propinar un puñetazo en la cara a la mujer, que acabó en el suelo. Acto seguido, le dio varias patadas en la cabeza.

Cuando la mujer logró incorporarse, el agresor la empotró contra la pared del edificio, la sujetó por detrás con el brazo izquierdo mientras con la mano derecha le tocaba los pechos por encima de la ropa. Posteriormente, y siempre según la sentencia, llegó a manosearle los genitales por encima de la ropa e intentó desabrocharle el botón del pantalón.

El acusado acabó marchando del lugar tras la intervención de un vecino y se llevó consigo el teléfono móvil de la denunciante, que sufrió importantes lesiones y aún padece secuelas. Llegó a estar hospitalizada durante 43 días y tardó 90 en curar.

El acusado estuvo en prisión provisional por esta causa desde el 28 de febrero de 2018 (cuatro días después de los hechos) hasta el 14 de junio. El Juzgado de instrucción número 4 de Avilés le impuso entonces la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros de la mujer y a comunicarse con ella.

El acusado expuso en el juicio que no recordaba nada de lo sucedido porque "iba puesto de coca y Jäger". El juez reconoce en la sentencia que el joven tenía afectadas sus facultades intelectivas y volitivas por el consumo de alcohol y cocaína. La Fiscalía pedía para el procesado seis años de cárcel mientras que la acusación particular, ejercida por la abogada Ana María González del Centro de Atención a Víctimas de Agresiones Sexuales y Malos Tratos de Asturias (Cavasym), solicitó doce años y seis meses.