Frente a los microorganismos patógenos, que causan infecciones e intoxicaciones, en el intestino habitan microorganismos beneficiosos de los que ayer habló Miguel Gueimonde, en Avilés. El biólogo, investigador del Instituto de Productos Lácteos de Asturias, señaló en una charla de la Asociación "La Serrana" que "la microbiótica intestinal humana es fuente de microorganismos probióticos". Estos (bacterias, hongos, levaduras...) se encuentran en los alimentos y también en suplementos. "Antes, los microorganismos se usaban para producir leches fermentadas, yogures... ahora se añaden al alimento y también se consumen en cápsulas", comentó, para referirse a las fermentaciones como medida de garantizar la seguridad de los alimentos. "Una fermentación no es más que el crecimiento de unos microorganismos concretos en ese alimento, que conlleva la producción de ácido o de alcohol; la tecnología de las fermentaciones supuso una manera de preservar los nutrientes del producto y preservar su seguridad", señaló Gueimonde, que puso como ejemplo la leche, la cerveza, el vino, el yogur, el queso o la sidra, "alimentos fermentados gracias a la acción de microorganismos".

Por último, destacó que "no hay ningún probiótico que sirva para todo. Hay cepas concretas con propiedades concretas y que los estudios han demostrado eficacia para determinadas intervenciones, pero no podemos extrapolar los resultados de un microorganismo a otro".