En el teatrillo político que ha construido con sus artículos periodísticos diarios Joaquín Antuña, escritor y presidente de la Fundación Paz y Cooperación, Pedro Sánchez es "El Divino Pedro", España se llama "Plurilandia", las muchas mujeres que forman parte del Gobierno conforman la "corte de majoretes y corifeas" del Presidente, Pedro (Sánchez) y Pablo (Iglesias) son los impulsores de "un Armagedón ambiental que tendrá consecuencias catastróficas para la economía y el empleo" y la ministra Nadia Calviño es "Mari Poppins sin paraguas". Y todos juntos retratan la actualidad de un país que Antuña ve "seriamente amenazado" y del que escribe a diario con sorna y acidez corrosiva; la compilación de algunos de esos artículos ha dado forma al libro "Crónicas del Divino Pedro. La corte de los milagros", ayer presentado en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Avilés con el empresario Miguel Ángel Menéndez del Fueyo en el papel de introductor.

Básicamente, el libro no deja títere con cabeza dentro del repaso que hace al candelero político español, tiene pasajes ciertamente cómicos (de hecho aspira a ser incluso una lectura divertida) y como buena sátira remueve al lector en el sillón, ya sea por coincidencia en la crítica o por todo lo contrario.

El autor, consciente de lo que se juega estos días la industria asturiana con el envite energético, hizo hincapié en una de sus ideas más recurrentes: el supuesto peligro que entraña el "integrismo ambiental" del Gobierno de Sánchez. "A falta de dioses en los que creer han hecho de la ecología su religión y, así, la ministra Teresa Rivera se presenta como el Ángel del Apocalipsis de la industria asturiana. La pretendida transición ecológica tendrá, si prospera, un coste laboral tremebundo", sentenció el escritor.