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La arribada de cetáceos y peces muertos a la costa preocupa a los vecinos

"El promedio es similar al de años anteriores, el problema es que no se recogen", tranquiliza el biólogo Luis Laria, presidente de la Cepesma

Una mujer fotografía un delfín que apareció muerto en la playa de Salinas el pasado mes de febrero.

El hallazgo de animales marinos muertos en las playas asturianas, entre las que se encuentran las castrillonenses, sobre todo Salinas, ha incrementado las críticas de los ciudadanos y de las asociaciones ecologistas. En lo que va de año, la mar ha arrojado a los arenales al menos dos cuerpos de delfines: un ejemplar en febrero en Salinas y el pasado miércoles, otro en la playa de Bahínas.

"No tenemos constancia de un incremento del número de delfines muertos, el promedio es similar al de años anteriores; el problema es que no se recogen", señala Luis Laria, presidente de la Coordinadora para el Estudio y la Protección de las Especies Marinas (Cepesma). "En primavera, durante los meses de marzo, abril y mayo, el varamiento aumentará por la actividad pesquera, pero como suele pasar todos los años", manifiesta este experto.

Cepesma se hizo cargo durante muchos años de recoger los peces que llegaban muertos o heridos en las playas asturianas tras un acuerdo con el Principado que se rompió hace unos años. Los voluntarios de esta entidad hacían la necropsia y podían establecer las causas de la muerte. El trabajo de la Coordinadora continúa con la red de voluntarios, que también apoyan a otras ONG, incluso internacionales.

"Desde hace dos años no sabemos qué se hace con los ejemplares muertos o heridos que llegan a las playas asturianas. Y eso que recibimos muchas llamadas alertándonos", explica Luis Laria. Desde 1999, la Cepesma ha rescatado 3.500 animales en la costa asturiana. Tanto este colectivo como la Coordinadora Ecoloxista de Asturias y otras entidades conservacionistas han reclamado al Principado que tome medidas para paliar el problema. Algunas de las muertes de delfines y también de otros peces, como tiburones, pueden estar asociadas, según los conservacionistas, a la pesca de peces que forman bancos que son al mismo tiempo fuente de alimento para los cetáceos.

El problema se está intentando paliar con la aplicación del Acuerdo sobre el Programa Internacional para la Conservación de los Delfines (APICD) y el Reglamento 812/2004 del Consejo de Europa por el que se establecen medidas relativas a las capturas accidentales de cetáceos en la pesca.

"En Asturias, a diferencia de otras comunidades autónomas, carecemos de unos centro de recuperación de fauna salvaje, tanto terrestre como marina, con instalaciones, equipamiento y personal suficiente a los que se puedan llevar estos animales para tratar de recuperarlos y devolverlos a la mar lo antes posible", lamentan los ecologistas.

Los ecologistas dicen que se pueden evitar la muerte de delfines tomando algunas medidas como que los pescadores verifiquen la presencia de delfines cuando estén realizando operaciones de pesca y no introducir las redes en el agua si hay delfines en las inmediaciones del barco, especialmente de noche.

La muerte de delfines llama la atención ciudadana, pero también la de otros peces avistados en las playas con heridas mortales. Hace un año se halló en la playa de Salinas un tiburón "prehistórico" (Puedes leer la información aquí. Se trataba de un ejemplar que suele habitar a gran profundidad, entre los 400 y 1.000 metros. Se trata de una especie de gran movilidad que por las noches suele acercarse cerca de las playas para localizar alimentos. No fue el único tiburón encontrado en los arenales castrillonenses. El pasado diciembre se tuvo conocimiento de otro tiburón común en Salinas que estaba herido y fue devuelto al mar por algunas personas que estaban en la playa.

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