Las aulas del colegio Enrique Alonso permanecieron durante toda la jornada de ayer vacías. La rotura, por la noche, de un latiguillo en uno de los baños del primer piso provocó una inundación detectada a primera hora de la mañana por la monitora que atiende a los niños que llegan más temprano a las dependencias educativas y que desayunan en el comedor. Si bien los profesores retiraron antes del inicio de la jornada escolar el agua que cubría el pasillo de la planta primera donde se originó la avería, las escaleras y el vestíbulo de la entrada, la dirección del centro decidió suspender la actividad por seguridad. "Después de achicar el agua, colocamos periódicos en el suelo y todo estaba listo para abrir las puertas a los niños que esperaban con sus familias en el exterior, pero olía a chamuscado y los profesores se alarmaron, así que aunque no saltó la luz estudiamos anular las clases, como así hicimos", explicó Ramón Estévanez, director del centro de la avenida Cervantes.

Antes de tomar la decisión, el director llamó al 112, informó de lo sucedido y a los pocos minutos una dotación de bomberos llegó al colegio. "Hicieron una evaluación de la situación y como medida de precaución y siguiendo el protocolo nos recomendaron suspender las clases", indicó Estévanez, sorprendido por la repercusión que alcanzó la noticia, ya que "se llegó a decir que había explotado la caldera cuando todo se debió a un latiguillo".

También trasladó el incidente al servicio de Educación del Ayuntamiento, que envió a trabajadores encargados del mantenimiento de los colegios a revisar y reparar los desperfectos. "Colocaron otro latiguillo, cambiaron el diferencial y quitaron los fluorescentes próximos al lugar por donde cae agua del techo", relató el docente. Para reparar por completo las consecuencias de la inundación deberán pasar unos días, hasta que sequen las humedades, que dañarán la pintura de las paredes . Las previsiones, según apuntó Estévanez, pasan por cambiar los latiguillos de los seis baños del colegio y pintar las paredes afectadas, la red eléctrica está renovada de hace muy poco tiempo, indicó.

El director comunicó por altavoz el incidente a las familias que permanecían en el exterior y el resto tuvo conocimiento de los hechos a través de la aplicación del teléfono móvil que pone en contacto a los padres con el equipo docente. Asimismo, notificó la inundación al servicio de inspección de la consejería de Educación.

La avería quedó en un susto que obligó a cambiar las previsiones del colegio, que estos días celebra la Semana de la Música. "Tuvimos que cancelar la actuación de un coro de 46 alumnos del instituto de Los Campos prevista para hoy en el polideportivo, decorado y preparado para la ocasión", concluyó Ramón Estévanez, animado a recuperar la normalidad y recibir hoy a los 430 alumnos de Infantil y Primaria.