Un encapuchado hurtó ayer por la tarde la caja registradora de un gimnasio ubicado en la calle El Quirinal, cerca de Las Meanas. La primera hipótesis es que entró golpeando la puerta de cristal. El caco requisó 40 euros en billetes y otros 30 en monedas, es decir, el cambio que se hallaba en el aparato. El responsable del negocio había sacado la recaudación al mediodía. Tras reconocer los daños presentó denuncia. En el gimnasio se personaron dos patrullas de la Policía Nacional. Al encapuchado lo vio entrar un testigo. Aparte de la caja, no se llevó nada más, ni siquiera el ordenador portátil del centro. Al parecer, le espantó la alarma del negocio, que también cuenta con cámaras. No es el único hurto que se produjo ayer. Otro caco entró a robar en un súper mercado de la calle Fernández Balsera. Los agentes detuvieron a otro ladrón recientemente, tras un golpe en una charcutería en el barrio de Versalles.