El secretario general de Industria, Raúl Blanco, realizó ayer un viaje exprés a Asturias para reunirse con el comité de empresa de Alcoa, jornada de cierre de campaña, para transmitirles los motivos por los que no se cumplió la promesa de aprobar el Estatuto del Consumidor Electrointensivo en el último Consejo de Ministros de la legislatura, que tuvo lugar ayer. Llegó con un pan bajo el brazo, el compromiso de ampliar las ayudas para mitigar los costes indirectos por las emisiones de dióxido de carbono hasta el máximo permitido por la Unión Europea.
- Los trabajadores de Alcoa se sintieron engañados por el frenazo al Estatuto de los consumidores electrointensivos. El informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) está fechado el pasado día 9 y no se hizo público hasta el jueves.
-La del día 9 era una comunicación oficiosa de la CNMC. No teníamos todos los datos exactos y no era el informe definitivo.
- Pero al día siguiente se reunió con ellos en Madrid en la mesa de seguimiento del proceso de Alcoa y no hubo referencia alguna a las conclusiones de ese informe.
-No era el definitivo, era un borrador con alegaciones. El informe definitivo no se publicó hasta ayer (por el jueves) y en esa reunión se habló de otros temas: de los posibles proyectos de inversión que hay para Alcoa, se concretó la situación y se habló de cada uno de los proyectos presentados. Sabíamos que existía el riesgo de no llegar a tiempo con el Estatuto, el calendario era muy ajustado. Hasta que no se hace público el informe por parte de la CNMC no se puede dar por definitivo y eso sucedió el jueves.
- ¿Por qué no ha dado tiempo?
-Después de recibir las alegaciones al Estatuto y el informe de la CNMC, hay que analizarlas, se necesitan informes de Transición Ecológica y de Política Territorial, consultar a Bruselas, pasar por Consejo de Estado... No había tiempo material para llevarlo a Consejo de Ministros de un día para otro. Necesitamos máxima seguridad jurídica, por eso hay que atender las observaciones de la CNMC. El compromiso se mantiene intacto con Alcoa y con el resto de la industria electrointensiva (el acero, el cemento, el papel, la química, sectores muy importantes para Asturias). Por primera vez se trabaja en un marco energético estable para este sector, después de siete años en los que no se hizo nada. Se ha avanzado mucho y en esa línea seguiremos trabajando en las próximas semanas. Ya tenemos convocadas reuniones para los próximos días para mejorar el Estatuto y dar seguridad jurídica. Incorporaremos todo lo que nos indica la CNMC.
- ¿Se arrepienten de vender la piel del oso antes de cazarlo?
-No, no hemos dado por hecho nada, a lo que nos comprometimos fue a trabajar para conseguirlo. Hemos sido honrados y honestos y el riego merece la pena, más cómodo habría sido habernos puestos de perfil. Teníamos los presupuestos prorrogados, un calendario electoral... hemos trabajado a destajo y lo vamos a seguir haciendo. Hemos sido muy honestos y claros. Se consiguieron inicialmente 91 millones por el CO2 pese a la prórroga presupuestaria. ¿Arrepentirnos? Para nada. Todo el mundo era consciente de la dificultad de los plazos y el comité de Alcoa sabía que esto podía suceder. La tramitación de un real decreto implica un mínimo de seis meses y lo hemos intentando en tres. Para poder llegar al Consejo de Ministros del 26 de abril hubo se activaron y tensionaron todas las estructuras administrativas.
- Ampliar hasta el tope máximo la suma para ayudas por emisiones de CO 2 , a lo que ahora se compromete en víspera de elecciones, era una reivindicación del Principado, de los sindicatos, del propio sector. ¿Por qué no se aceptó antes, si es posible sacarlo adelante?
-Como ya se dijo en su momento, los presupuestos estaban prorrogados, no había disponibilidad presupuestaria. Esa propuesta de los 200 millones estaba siendo estudiada por el Ministerio de Hacienda desde hace un mes. Entiendo que la no aprobación del Estatuto puede haber generado nerviosismo, es normal, pero quiero trasladar un mensaje de mucha calma. He estado muchas veces en Asturias, conozco la realidad y la magnitud que tiene la industria electrointensiva, hablo a diario con el Gobierno asturiano, vamos a seguir teniendo esa relación continua y por primera vez esa industria va a tener un marco energético estable y necesario. Si se hubiese reconocido antes a la industria electrointensiva como sujeto, igual no estaríamos ante situaciones como en la que se encuentra Alcoa hoy.
- El jueves dieron por hecho que tres inversores presentarán oferta definitiva para Alcoa pero los trabajadores inciden en que sin Estatuto no habrá quien reactive las cubas para fabricar aluminio primario. ¿Esos inversores quieren reindustrializar las plantas?
-Más allá del número, lo realmente importante es que hay proyectos industriales serios con capacidad para garantizar la capacidad industrial y laboral en las plantas de Avilés y La Coruña. Entre las ofertas no vinculantes hay proyectos muy serios y confiamos en que una sea la definitiva antes del 30 de junio. Es una labor muy prudente, cauta y una tarea discreta. Se está haciendo todo lo posible porque la producción de aluminio sea viable.
