Lo que había empezado como una inocente noche de fiesta en compañía de varios compañeros de trabajo el pasado martes acabó, ya en la madrugada del Primero de mayo, con una detención en la calle José Cueto de Avilés en la que los policías intervinientes tuvieron que emplearse a fondo -uno de ellos incluso acabó lesionado- dada la agresividad del hombre al que minutos antes habían sorprendido dando patadas y puñetazos a coches aparcados en la zona. El detenido, que ya se halla en libertad con cargos (por daños y agresión a la autoridad), "no se reconoce en lo ocurrido" y por boca de su abogado de oficio, Manuel Javier López García, muestra arrepentimiento y pide perdón al agente de la Policía Local al que mandó al hospital.

Según el letrado, "mi cliente carece de antecedentes penales, tiene un trabajo estable y se define como una persona no violenta... Pero la noche del martes bebió, algo a lo que no está acostumbrado, y debió de sentarle mal". Según el relato del detenido, en el momento del altercado con los agentes, ya de madrugada, se dirigía a dormir a una furgoneta y no recuerda haber causado daños a coche alguno, si bien acepta correr con los gastos que haya generado su comportamiento.