La central madrileña de Viajes El Corte Inglés conocía que la Fundación del Centro Niemeyer se demoraba en los pagos desde que se constituyó su cuenta de empresa, si bien "no extrañó" en la compañía porque los clientes del sector público solían "pagar con una demora de en torno a cien días". Fue en 2010 cuando la cuenta en cuestión quedó bloqueada de forma automática por la deuda ya acumulada, si bien hubo avisos previos, según expusieron ayer otros dos directivos de la agencia de viajes que declararon como testigos en la décima sesión del juicio del "caso Niemeyer". "Hubo bloqueos previos, pero se restablecía el crédito porque o bien se pagaba una parte o se comunicaba una previsión de cobro por confianza con el cliente. En 2010 fue cuando se produjo el bloqueo definitivo", apuntó el responsable de clientes de la agencia (A. G. Á.). Fue entonces cuando, según la misma versión, el acusado José María Vigil siguió prestando servicios al Niemeyer sin comunicarlo a sus superiores de Madrid.

La deuda contraída se acercó a los 700.000 euros de los dos millones de facturación al Niemeyer entre 2007 y 2012. "A finales de 2011 la situación ya fue insostenible. José María Vigil (al agente de viajes procesado) nos dijo que seguía dando servicios cargándolo en la cuenta de clientes particulares", apuntó A. G. Á.

También hubo referencias a la alteración de documentos, cambios que se realizaron fuera del sistema informático de la compañía. El fiscal Alejandro Cabaleiro preguntó por viajes realizados por familiares del también acusado Natalio Grueso y del agente de viajes con su mujer. Los directivos señalaron que era posible modificar ciertos conceptos a petición del cliente, y acto seguido añadieron que esto impedía conocer quien disfrutaba realmente de esos viajes. "A la vista de la factura, no se puede saber (tras esos cambios) quien era el usuario real del servicio", dijeron.

En la sesión de ayer declaró también el representante legal de la empresa de alquiler de vehículos que trabajaba para el Niemeyer, C. Á. V. Destacó que quienes encargaban los desplazamientos eran Natalio Grueso y el también acusado Marc Martí, que se cobraba "por vehículo, por kilometraje y tiempo, no por pasajero" y que la también procesada Judit Pereiro viajaba acompañando a personalidades, pero que nunca encargó directamente servicio alguno. Ayer también estaban citados dos exdirectivos asturianos de Viajes El Corte Inglés y tres extrabajadores de la Fundación (el subdirector J. P. F., el jefe de Comunicación P. Z. y el responsable de mantenimiento de D. A. L.). No hubo tiempo para que testificasen al prolongarse el resto de intervenciones y tendrán que regresar en fechas próximas a la Audiencia Provincial.