El "milagro sardo" se desvanece. La puesta a punto de la antigua fábrica de Alcoa en Cerdeña (Italia), clausurada en 2012 y adquirida en 2017 por la suiza Siders Alloy, peligra. El motivo no es otro que el alto precio de la luz. La empresa afirma que con la tarifa eléctrica italiana resulta imposible retomar la actividad y ha decidido bloquear ahora la reincorporación de 100 trabajadores de la antigua Alcoa, tal y como se había acordado en el momento de la compra. Estos trabajadores se manifestaron el jueves en Roma para exigir a los nuevos propietarios y al gobierno garantías de su contratación.

Las previsiones de la empresa suiza pasaban por estar funcionando esta primavera. Ya habían realizado 70 contrataciones a las que ahora debían sumasen las 100 que se han paralizado. Se estimaba que a pleno rendimiento llegase a haber 370 trabajadores en la aluminera. Esta cifra podría aumentar en otros 50 puestos de trabajo dependiendo de la producción

Según la empresa, la factura de la luz italiana se ha encarecido desde que se cerró la adquisición de la aluminera. Se estima que ese incremento reducirá los beneficios de la fábrica en unos 30 millones de euros anuales. La firma suiza y el gobierno italiano negocian ahora fórmulas que permiten amortiguar este impacto. La multinacional afirma que las conversaciones van en buena dirección, pero que todavía están lejos de alcanzar un acuerdo.