Un taco de treinta fichas con información "sensible" de otros tantos alumnos del colegio público de educación especial San Cristóbal de Avilés estuvo, según denuncia el sindicato CSI, depositado el pasado viernes día 11 durante un tiempo impreciso (pudiera haber sido más de una hora) al alcance de cualquier persona, ya fuera empleado municipal o no, en la conserjería de la piscina La Magdalena. Por toda "protección", el taco estaba cogido con una cinta de goma.
Esas fichas contienen, además del nombre, datos como la denominación de las discapacidades, la afectación motórica e intelectual, las peculiaridades y consejos para el trato que debe dársele a cada alumno, todos afectados por algún tipo de discapacidad. Para la Corriente Sindical de Izquierda (CSI), este hecho constituye una "brecha de seguridad" y evidencia el "problema" que tiene la Fundación Municipal de Deportes (FDM) de Avilés con el cumplimiento de la Ley de protección de datos, especialmente celosa en la preservación de la confidencialidad de datos médicos y de los referidos a personas vulnerables.
La razón por la que las fichas con datos privados de 30 alumnos del colegio San Cristóbal llegaron al mostrador de la conserjería de la piscina La Magdalena fue el deseo de entregar las mismas a uno de los monitores responsables de impartir clases de natación al colectivo. Al parecer, según la versión de la CSI, "el director deportivo de la FDM llegó a la piscina en un momento en que el monitor estaba dando clase y optó por dejarle las fichas en consejería en vez de esperar para dárselas en mano". El trabajador no pudo ir a por los papeles hasta finalizar su tarea, 75 minutos más tarde.
La CSI ha puesto este asunto en conocimiento del delegado de protección de datos de la FDM y de la Alcaldesa. Según el punto de vista sindical, "el problema estriba en que el personal de la Fundación Deportiva Municipal carece de medios para tratar la información referida a los usuarios con la preceptiva confidencial y seguridad, lo que acarrea riesgos de custodia de datos de usuarios que debieran estar protegidos". Tales carencias se concretan, según detalla la organización sindical, en la falta de acceso a ordenadores, despachos o mesas de trabajo. Tampoco han recibido formación específica y, en la previsión de que estas deficiencias se subsanen, la CSI solicita formación informática y el encaje en el horario laboral del tiempo necesario para hacer tareas de gestión administrativa.
Jorge Manrique, miembro de la sección sindical de CSI en el Ayuntamiento, asegura que "no es la primera vez que se producen brechas de seguridad en la FDM, lo cual es consecuencia de que la administración local de Avilés considera a los trabajadores de este área como si fueran de segunda categoría y, a diferencia de lo que ocurre en otros departamentos, ni se les prepara ni se les dan medios para afrontar las obligaciones derivadas de la nueva Ley de protección de datos".
En el escrito enviado a la concejala de Servicios Sociales, Educación y Deportes, Nuria Delmiro, el delegado de la CSI en la FDM, Manuel Horta, detalla del siguiente modo la relación de mejoras que deberían llevarse a cabo para evitar nuevas "brechas de seguridad" en el ámbito de las piscinas municipales avilesinas: dotar puestos de trabajo con mesas, sillas de oficina y muebles de archivo; disponer acceso a ordenadores conectados a la red informática municipal; y asignar tiempo dentro de la jornada laboral para que esos trabajadores, previa formación, puedan hacer el tratamiento de la información derivada de su actividad profesional.
Horta subraya el agravio comparativo que supone para los trabajadores de la FDM "el hecho de ser ajenos al proceso de modernización informática emprendido en otras instancias municipales como servicios sociales, cultura, atención al ciudadanos, servicios urbanos, etcétera".
