"El porno es el principal educador sexual de las personas jóvenes, el problema está en que no hay una educación sexual previa. El porno no está hecho para educar sino para generar fantasía, es como si 'Fast and furious' fuera el responsable de la educación vial", señala María Rodríguez Suárez, que ayer impartió la charla "Construcción del imaginario sexual: la pornografía como escuela" en la Factoría Cultural, en unas jornadas promovidas por el colectivo "La Trébede". Rodríguez es doctora en Género y diversidad y educadora sexual. Entiende que la educación sexual debería ser una asignatura obligatoria en todos los centros escolares para, al menos, intentar minimizar el impacto de la pornografía "comercial, gratuita, machista, heteronormativa que reproduce estereotipos y a hombres como sujetos activos y mujeres como pasivos".
La influencia de internet ha dejado su impronta en la juventud y su relación con la pornografía. "Los jóvenes construyen su sexualidad con lo que ven en el porno y es más, consumen porno antes de cualquier encuentro sexual entendido como un beso", señala la especialista, que indica que la medida de edad en el consumo de porno es de 11 años.
"Cuando pregunto a jóvenes lasa razonas por las que ven porno, lo primero que me dicen es por conocer anatomía y prácticas sexuales y lo segundo, cómo satisfacer a sus parejas", apuntó Rodríguez que defendió una asignatura obligatoria de educación sexual "para conocerse, aceptarse, expresar la sexualidad en libertad".
Las jornadas continuarán la próxima semana con títeres en tres colegios. Seguirán el 5 de diciembre con "Primas hermanas" que hablarán sobre "Mujeres rederas" y "Les pites ensin gallu" que hablarán del baile tradicional desde una perspectiva de género. El día 11 habrá una mesa redonda sobre maternidad y el 13 finalizarán las actividades con más talleres feministas.
