La Autoridad Portuaria ya ha dado los primeros pasos para adquirir parte de los suelos que se liberarán con el desmantelamiento de las baterías de coque. El organismo ha trasladado a la sociedad estatal Sepides, propietaria de los terrenos, su interés por unos 80.000 metros cuadrados con fines logísticos, concretamente para la transformación, terminación y acabado de las grandes piezas de calderería que se exportan por los muelles de Valliniello. La idea del Puerto es poder ofrecer a las empresas que operan en la margen derecha terrenos en concesión para culminar el montaje de las grandes piezas que se mueven por los muelles locales, "una ventaja competitiva" para la Autoridad Portuaria que podría "ayudar a las empresas a cerrar más pedidos".

La del suelo de baterías es una estrategia "a futuro" del Puerto local, que cerrará el año con un movimiento de cinco millones de toneladas, tal y como estaba previsto. Más de diez millones de euros vienen recogidos en el plan de inversiones de 2020, "una cifra importante puesto que nuestra cifra de negocio es de 16 millones", destacó ayer el presidente portuario, Santiago Rodríguez Vega en la presentación del proyecto Smart Port, que tuvo lugar tras la celebración del último consejo de administración del año.

Los consejeros aprobaron que la UTE formada por las empresas Taller de Urbanismo e Ingeniería S. L. y Guamar S. A. acometa las obras del proyecto del edificio de servicios portuarios de la margen derecha de la ría. Costará 895.565 euros (más IVA) y los trabajos se prolongarán durante nueve meses.

En la sesión de ayer también dio luz verde a la iniciación del expediente de contratación del proyecto para el nuevo acceso al Puerto, donde ahora está el acceso secundario del río Raíces. El presupuesto base de licitación supera los dos millones.

En cuanto a los tráficos, han pasado por los muelles hasta el 30 de noviembre 4,7 millones de toneladas, un 4,4% más que en el mismo periodo de 2018.