Los vecinos de Avilés están entre los asturianos más concienciados con el reciclaje. Prueba de ello es que Avilés es, por detrás de Gijón, el municipio que más basura orgánica genera, entendiendo por esta fracción los restos de comida y vegetales generados en los hogares. Esta basura llega a la planta de biometanización de Cogersa gracias al "quinto contenedor" que se está implantando de forma progresiva en once concejos de la región, entre ellos Avilés y Castrillón.
Respecto a la recogida selectiva de papel, en la comarca se ha pasado de las 2.908 toneladas de 2016 a las 2.832 del año pasado. Que se mantengan las cantidades de estos residuos se explica por el incremento de nuevos hábitos de consumo, como pueden ser las compras por canales web. Por concejos, Avilés encabeza las tareas de reciclaje en la comarca. Aun así, la ciudad ocupa el séptimo puesto en el ranking asturiano de concejos que mejor tasa de reciclaje tienen con un 18,11 por ciento, dos puntos por debajo de la media regional. Por delante están concejos como Castropol, Coaña, Gijón, Oviedo, Sobrescobio o Muros de Nalón. El segundo municipio de la comarca mejor posicionado es Castrillón, con un 14,23 por ciento de tasa de reciclaje, siempre según los datos de Cogersa. Le siguen Corvera, Gozón e Illas. En último lugar está Soto del Barco con una tasa de reciclaje del 6,9, según los datos que maneja Cogersa.
A través de este nuevo servicio de contenedores marrones se recogieron 1.805 toneladas de basura orgánica en la planta de Cogersa en 2018 (últimos datos oficiales), de las cuales 319 procedían de Avilés y 87 del concejo vecino. Llaranes fue en el año 2015 pionero en el concejo -y también en Asturias- en la recogida selectiva de este tipo de basuras.
El "éxito" del llamado "quinto contenedor" se explica por que aquel programa pionero en la región se extendió, hace casi dos años, a la práctica totalidad de la ciudad. El gobierno local licitó entonces un contrato financiado con los fondos europeos Feder, dentro de la estrategia DUSI (Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado), para comprar más de 15.000 contenedores marrones: 307 con capacidad para 2.000 litros con un kit de control de acceso electrónico y 15.000 contenedores de plástico para uso individual domiciliario de 10 litros de capacidad. El presupuesto rondó los 649.988 euros.
Actualmente en Avilés ya hay este tipo de contenedores en barrios como Llaranes, El Pozón, Villalegre, La Luz, Versalles o Puerta de la Villa. La previsión es que la implantación de los nuevos depósitos en la zona urbana esté completa este año. A más depósitos, más residuos. En el "contenedor marrón" se pueden depositar restos de alimentos de origen animal y vegetal (cocinados o no), flores y plantas, restos de pan o bollería, servilletas y manteles de papel, tapones de corcho y serrín, café o bolsitas de infusiones.
