La sociedad estatal Sepides presentará en febrero al Ayuntamiento de Avilés su proyecto de modificación del Plan General de Ordenación con la propuesta de usos de los suelos de baterías. Será el punto de partida del trabajo que corresponderá al gobierno de Mariví Monteserín y que tendrá que refrendar la oposición en el Pleno. De ahí que la alcaldesa, Mariví Monteserín, aprovechase el acto de puesta de largo del plan de baterías para lanzar un mensaje: "Tenemos que lograr que esos suelos estén lo antes posible al servicio de la industria, y lo antes posible son cuatro años. No podemos retrasarnos, así que ese objetivo tiene que estar definido y aprobado por el Ayuntamiento justo dentro de un año, antes de enero de 2021. Tenemos este tiempo para trabajar intensamente".

La hoja de ruta marcada por el Estado tuvo buena acogida en el grupo municipal popular y en el de Ciudadanos pero despierta recelos en Cambia Avilés y Vox. Un "sabor agridulce" ha dejado el plan de Sepides en la confluencia. "Es positivo que hayan insistido en la acreditación verde de los terrenos, que venga industria sostenible, pero nos deja muy preocupados el asunto del patrimonio industrial. No han puesto sobre la mesa ni un estudio. El patrimonio industrial no es un coste sino una oportunidad de futuro", protestó la portavoz de Cambia, Tania González.

La portavoz del PP destacó que el presidente de Sepides asegurase que "se va a poner a disposición de las empresas suelo industrial a un precio muy competitivo, algo fundamental para nosotros". "Hay que cumplir los plazos y nuestra mano está tendida, tenemos que ir todos de la mano porque este es un proyecto vital para la ciudad", dijo Esther Llamazares.

Muy ajustados ven los plazos previstos en la formación naranja, que confía que se pueda acceder a fondos europeos para mantener patrimonio industrial. "Somos realistas, no pretendamos que el pasado condicione el futuro. A Avilés le va la vida en esto. Me gustaría que de aquí salga un compromiso para sacar esto adelante", apuntó su portavoz, Carmen Pérez Soberón.

En Vox echan en falta que "no se han concretado las estrategias para atraer empresas que se quieran instalar en esos terrenos". "Para conseguirlo hay que abaratar el suelo, rebajar impuestos y mejorar las infraestructuras. En cuanto a al patrimonio industrial, los técnicos han sido muy claros", señaló la portavoz Arancha Martínez Riola.

La viceconsejera de Medio Ambiente, Nieves Roqueñí, ve en el de baterías "un proyecto que empieza muy ilusionante para la región". "El concepto de suelo industrial sostenible indica que el aspecto medioambiental está muy presente tanto en el proyecto de desmantelamiento y descontaminación de suelos como en el futuro del nuevo parque industrial. Nos queda trabajo para impulsar los proyectos y ponerlo todo en marcha", destacó.

Santiago Rodríguez Vega, actual presidente del Puerto de Avilés y alcalde de la ciudad durante los años en los que se gestó el desarrollo de la fase I del PEPA, valora el "realismo y el posibilismo" que destila el plan de Sepides para las baterías. A su juicio, "está bien ajustado en plazos y presupuesto; es creíble y dará tiempo a hacer labor de captación de empresas".

Para el presidente de la Cámara de Comercio de Avilés, Luis Noguera, "lo sustancial es que se cumplan los plazos dados; a todos nos gustaría que fueran más cortos, pero hay que admitir que la operación planteada es compleja". En calidad de gerente de Idonial, la fundación asentada en el PEPA que lidera junto a Arcelor el polo científico-tecnológico de Avilés, Íñigo Felgueroso mostró su agrado por los planes de Sepides: "Es bueno para la ciudad y para toda la región que haya un apuesta decidida por la industria de vanguardia de base tecnológica. El espacio físico a desarrollar es idóneo para empresas tecnológicas, dado el entorno en el que se halla".