El Centro Niemeyer, un certificado que reconoce la apuesta de la fundación por la protección privada de la cultura, la ciencia o el arte.
La instalación de la exposición "La unidad dividida por cero", de Juan Genovés y de sus hijos Pablo, Ana y Silvia, y de la pieza "Transbase", en la plaza del complejo cultural"La unidad dividida por cero", ha sido la primera acción abierta a la colaboración de entidades privadas y personas físicas ajenas a los patronos de la fundación. "Y no va a ser la última", reconocen desde el complejo.
"No es lo mismo el mecenazgo que el patrocinio", explican Eugenia Merino y Paz Martín, de la Unidad de Cultura y Mecenazgo del Ministerio de Cultura. "El mecenazgo no tiene contraprestación económica mientras que el patrocinio supone un apoyo financiero con fines publicitarios", señalan. La apuesta ensayada por el Niemeyer va por la primera vía.
El sello Cultura y Mecenazgo está concedido "desde hace cerca de un año", pero su materialización ha sido efectiva, por el momento, con la exposición de los Genovés (hasta el 2 de febrero). Durante los meses de la exposición, el Niemeyer ha recibido el apoyo financiero privado para atender dos objetivos concretos y por ellos, según Cultura, los ciudadanos mecenas no han recibido "una contraprestación" inmediata, aunque sí un "incentivo fiscal" a la hora de hacer el IRPF (la declaración de la renta).
Merino y Martín lo explican con claridad: "Si un ciudadano dona al Niemeyer 500 euros recupera 217,5", apuntan. Y esto es así porque a una inversión de un ciudadano de 150 euros corresponde una deducción fiscal de 112,5 euros. El mecenas materializa su apuesta por el Niemeyer en 37,5 euros. Esto no significa que el complejo de la ría reciba esta última cantidad de dinero. El resto, hasta llegar a los 150 que ingresa el Niemeyer, vienen de Hacienda. O sea, que el mecenas obliga al Gobierno a invertir en cultura.
Esto sucede en las donaciones pequeñas. Merino y Martín consideran que esta vía la abren las instituciones para "vincularse con la ciudad". Señalaron, por ejemplo, el caso del museo Thyssen (Madrid) que financió la restauración de un Canaletto con una campaña de "crowdfounding" (micromecenazgo). "Las donaciones de este tipo son altruistas", resumen las dos técnicas de Cultura. "En ese altruismo vale también la donación de bienes", destacaron. Y todo gracias a una ley de Mecenazgo (de 2002, con reformas en 2016) que regula las donaciones y permite combinar los objetivos de las instituciones con sus usuarios.
Preguntas y respuestas sobre el mecenazgo
¿Qué es el mecenazgo? La RAE define el mecenazgo como la "protección o ayuda dispensadas a una actividad cultural, artística o científica".
¿Qué ley regula el mecenazgo? La contribución del sector privado en la consecución de fines de interés general se reconoce a través de la Ley 49/2002, de 23 de diciembre, de régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos y de los incentivos fiscales al mecenazgo.
¿Qué aportaciones se pueden hacer? Donaciones dinerarios, de bienes o de derechos y también de bienes que formen parte del patrimonio histórico español, que estén inscritos en el registro de BIC.
¿Cuáles son los incentivos fiscales principales de los mecenas? Los primeros 150 euros donados tienen una deducción del 75% en la cuota íntegra del IRPF.
¿Cómo se dona? La persona interesada llama al Centro Niemeyer, comunica su intención, ingresa el dinero, recibe el certificado y lo presenta en la Agencia Tributaria.
¿Quién puede beneficiarse? Entre otros las fundaciones, las asociaciones declaradas de utilidad pública. El Estado, las comunidades autónomas.
¿Qué es el sello Cultura y Mecenazgo? Es una representación gráfica directa y funcional que permite identificar proyectos que contribuyen al fomento del mecenazgo.
