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Matadero de Avilés negocia un plan de refinanciación de su deuda para salvarse

Una caja de ahorros se ha convertido en acreedora destacada de la empresa, que fue fundada por una veintena de carniceros locales

Instalaciones de Matadero de Avilés, Carne de Asturias. MARA VILLAMUZA

La deuda fundamental de la empresa Matadero de Avilés, Carne de Asturias es con una caja de ahorros, indicó ayer Juan Jesús Menéndez, su administrador concursal que es, a su vez, representante de la empresa GDB Concursal, la sociedad designada por el juzgado Número 1 de lo Mercantil de Oviedo para atender la compañía en los próximos meses. "Lo que vamos a negociar es un plan de refinanciación que permita seguir con la actividad", indicó el mismo administrador. Y es que se da la circunstancia de que, según explicó, el concurso de acreedores se solicitó pese "a estar al día con proveedores, trabajadores y administraciones públicas".

La deuda -millonaria-, sin embargo, ha ahogado a la empresa formada por profesionales de la carne (comerciantes y ganaderos). La empresa Matadero de Avilés, Carne de Asturias (Mavicar, en su nombre comercial) solicitó un crédito hipotecario para adquirir la nave del matadero y los terrenos anexos. La incapacidad de hacer frente a su amortizaciación explica la posición en que se encuentra en la empresa en la actualidad. "Las únicas deudas ajenas a esta del crédito son las que se generaron poco antes de pedir el concurso de acreedores porque el matadero sigue funcionando de manera efectiva todos los días", señaló Menéndez.

La empresa en concurso de acreedores cuenta con una veintena de empleados y otros tantos socios, su dirección intentó por sí misma salvar la situación a base de varias ampliaciones de capital (2018 y 2019, las últimas). Los precios del Matadero Central -su principal competidor- son una de las explicaciones del declive de una sociedad que echó a andar en febrero de 2006. Estos precios de Noreña son muy competitivos. Según fuentes consultadas, existe otro problema: el tamaño de las instalaciones avilesinas. Son demasiado grandes para la capacidad de producción que la compañía ha tenido en los últimos meses.

Los 24 socios que se adhirieron a Mavicar invirtieron 3,5 millones de euros en la instalación. El servicio de matadero era uno de los más tradicionales del Ayuntamiento de Avilés. La liberación del sector fue el incentivo para que los concejos lo abandonasen. A comienzos de este siglo, Avilés se propuso crear una empresa (y no un negociado) para matar animales. No salió adelante. Cinco años después optó por su venta. Legalmente, Avilés no tenía que mantener un matadero público. Para proceder a esta venta, el Ayuntamiento negoció con los trabajadores: habían entrado a través de una oposición, es decir, tenían categoría de laborales. El consistorio los redistribuyó, principalmente, por las brigadas municipales.

Matadero de Avilés, Carne de Asturias se hizo cargo de las instalaciones a través del Gremio de Carniceros. Seleccionó a su personal de manera directa aunque hasta la primavera de 2006 contó una decena de empleados municipales en labores formativas.

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