Rápido y eficaz. Así es el servicio que presta la UVI móvil en el Área sanitaria III, tal y como desvelan las cifras presentadas ayer por el equipo de emergencias avilesino en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Avilés. Estos datos revelan, entre otras cosas, que el tiempo de llegada a una emergencia de estos equipos es de menos de 10 minutos en tres de cada cuatro casos y que en el 47 por ciento de las atenciones por paros cardiacos el paciente llega con vida al hospital.
A lo largo de 2019, la UVI móvil de Avilés hizo 1.464 salidas, lo que arroja una media de 4,3 actuaciones diarias. De esas, 4 tienen lugar en domicilios, la calle o centros hospitalarios. El resto fueron traslados.
Tal como explicaron ayer los integrantes del equipo de emergencias en Valdecarzana, el 68 por ciento de estas actuaciones son referidas a enfermedades comunes. Solo el 13 por ciento son accidentes. "En los últimos años hemos constatado que cada vez hay menos accidentes de tráfico", afirmó el coordinador médico de emergencias y coordinador de la UVI móvil en el área sanitaria III, Rafael Castro.
Dentro de las enfermedades comunes, los paros cardiacos y los ictus son las patologías que los sanitarios se encuentran con más frecuencia. En los primeros, estiman que aproximadamente el 47 por ciento de los pacientes llega con vida al hospital. La media de duración de las llamadas para pedir auxilio en estos casos es de 3 minutos y 50 segundos y la media en el tiempo de llegada de la UVI móvil se estima en 8 minutos. Una de las claves para la supervivencia de la víctima, tal y como relató el doctor César Roza, es la realización de maniobras de reanimación.
Sobre los traslados que realiza la UVI móvil, el destino mayoritario (85 por ciento) es el Hospital Universitario Central de Asturias. Las patologías más frecuentes son los código corazón, seguidos de los ictus, según explicó la doctora Amalia Arango.
Pero no solo el aspecto clínico es clave en las intervenciones de la UVI móvil. También el trato personal que se da en las emergencias. "Debemos desmitificar que somos el robocop que atiende", destacó la médica Josina Villanueva, una de las más veteranas del servicio. "Debemos entrar con una sonrisa y presentándonos, interesarnos por el paciente, trabajar en equipo, informar a la familia, seguir la evolución del paciente...", enumeró la doctora, para quien la empatía es clave a la hora de trabajar: "Los pacientes nos recordarán por cómo los tratamos como humanos".
En la ponencia también participaron dos pacientes que salvaron la vida gracias a la pericia de los médicos de emergencias. "No estaría aquí si no fuese por ellos", destacó uno de ellos, que se empotró contra la parte trasera de un tractor cuando circulaba en bicicleta. "Hay que valorarles el trabajo", ensalzó el hombre.
También prestó su testimonio un praviano al que los de la UVI móvil salvaron la vida tras una parada cardiaca. "Estuve 30 minutos en parada. Ahora, y gracias a ellos, puedo decir que mi corazón funciona prácticamente al 100 por ciento", celebró el hombre, uno de los miles de residentes en el área sanitaria III que deben su vida a la pericia, dedicación y profesionalidad del personal médico de emergencias.
