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La fiabilidad de los nuevos dueños de la aluminera, en entredicho

Los gestores de Alu Ibérica reconocen haber estado implicados en un fraude de gasoil

Domènech y Camacho admiten su detención en 2014 pero recalcan que no llegaron a ser imputados y dicen que salieron "limpios" del escándalo

La fábrica avilesina de Alu Ibérica. RICARDO SOLÍS

David Doménech, el hombre que ha tomado "mando en plaza" en las fábricas de Alu Ibérica de Avilés y La Coruña a raíz de la venta de las mismas a Grupo Industrial Riesgo, presume de no tener "nada que ocultar" y fiel a esa declaración ha contestado a las preguntas comprometedoras que le formularon los miembros del comité de empresa de la fábrica de aluminio de La Coruña (gemela de la avilesina) para aclarar las muchas sombras que cubren su pasado como gestor empresarial y como ciudadano. Preguntas como las referidas a su pasada implicación en la red de adulteración de gasóleo que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil: "Fui imputado, pero a los pocos días estaba absuelto de todo", confesó el directivo de Grupo Industrial Riesgo.

La operación "Nehar" de la UCO desmontó en 2014 un entramado dedicado a transformar gasóleo agrícola y de calefacción en otro para uso en automóviles. Un fraude que daba un margen de 28 céntimos por cada litro de combustible y en el que estaban implicadas 47 estaciones de servicio que comercializaron más de 20 millones de litros de combustible adulterado. La Guardia Civil detuvo a un centenar de personas en varias provincias, entre ellas Domènech y a su socia en Grupo Riesgo Alexandra Camacho. Este diario puso hablar hace días con la segunda y al pregunta por el asunto del gasóleo no lo negó y, como Domènech ante los sindicalistas coruñeses, refirió que era agua pasada y que habían salido "limpios" de las investigaciones.

Otra cuestión que trató de aclarar Domènech ante la requisitoria sindical del comité coruñés de Alu Ibérica fue la de su verdadero nombre: desde hace años utiliza en España el de David, pero realmente en la pila bautismal y en su documentación americana reza Víctor Rubén. La explicación que dio a este respecto es que "Víctor Rubén es mi nombre americano, viví muchos años en Estados Unidos, y al llegar a España lo cambié por David".

El empresario valenciano Juan Rocafull, expropietario de la firma Trincajes de Descargas, que fue vendida al Grupo Industrial Riesgo y quebró a los pocos meses, sostiene que Domènech es "argentino residente ilegal en España, con visado caducado, sin NIE y sin carnet de conducir, ni nómina, ni ningún tipo de ingreso bancario conocido que yo, por lo menos, haya podido trazabilizar". Rocafull emprendió acciones penales contra el Grupo Riesgo que resultaron infructuosas dado que la naturaleza mercantil de la relación que tuvo con esa sociedad aconseja plantear posibles litigios por la vía civil. "Algo no se puede negar: son muy hábiles creando estructuras jurídicas que impiden seguirles el rastro o que rindan cuentas económicamente".

La retahíla de sociedades que Domènech, Camacho y otros colaboradores -a destacar la figura casi omnipresente del abogado Antonio María Luna Lema- han fundado o adquirido es prolija, más de un docena que haya podido constatar este diario. Preguntado por las razones de sonados fracasos de algunas de las mismas (Expreso 24, Gravera Hermanos de Francisco, Trincajes de Descargas...) por los miembros del comité coruñés de Alu Ibérica, David Domènech respondió que "no tenía nada que esconder de su relación con esas empresas", que no tenía "nada pendiente" y que él se dedica a "reflotar empresas en mal estado y no en todas tiene éxito, por lo que puede haber personas que se sientan frustradas por ello". Domènech señaló que también hubo casos de éxito, pero no especificó cuáles.

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