El temporal "Amelie" derribó hace seis meses uno de los dos tilos casi centenarios que presidían la entrada de la iglesia de San Nicolás. El segundo fue talado ayer por los técnicos de Urbaser en comunión con el párroco, Alfonso López. La razón: el mal estado de conservación del ejemplar, de acuerdo a un minucioso informe elaborado por el Servicio municipal de Parques y Jardines. Donde estaban los tilos se plantarán carbayos ("Quercus robur", especie autóctona que domina en Avilés) . Los nuevos ejemplares tendrán unos cinco metros de altura y serán trasladados hasta el centro de Avilés desde el vivero de La Lleda.
Si bien la idea inicial era donar la madera resultante, la actual crisis sanitaria dificulta las gestiones. Aún así, según avanzó el párroco, se reservarán algunos troncos con el fin de entregarlos a personas necesitadas. También se prevén hacer algunas piezas de recuerdo "aunque el árbol está dañado y no permite modelar su madera".
De acuerdo con el informe municipal, el tilo se encontraba "en franca regresión, estaba relativamente poco vigoroso en conjunto, con la vitalidad reducida en un tercio de la copa y muerto en otro tercio". El ejemplar presentaba una marcada lateralidad en las ramas orientadas al norte y este. Asimismo, contaba con perforaciones producidas por la mariposa "Sesia apiformis" en las raíces y cuello, donde además se apreciaba una podredumbre generalizada. Su tronco, siempre según el mismo documento, presentaba a su vez una grieta vertical de 150 centímetros y también podredumbre en las ramas primarias centrales, según el informe, que concluía, con estos datos, que la degeneración del árbol era "muy evidente" y que no había lugar a un tratamiento paliativo.
"La retirada inmediata de las ramas secas, a corto plazo, de las que están en regresión causaría un vaciado de la parte central que modificaría la aerodinámica del resto, obligando a reducir la literalidad de las ramas que aún presentan algo de vigor.
El resultado de todas estas podas, además de dar lugar a un árbol con una morfología muy distinta, asimétrico y deforme, sería la aceleración del proceso degenerativo del cuello, lo que a su vez provocaría un avance más rápido de las pudriciones", de acuerdo al trabajo que avala la tala de este árbol y su gemelo, derribado por la borrasca "Amelie".
