La nueva directiva de Alu Ibérica, desde abril en manos de Grupo Industrial Riesgo, ha estimado que la paralización de la actividad en la planta de Avilés por las "concentraciones ilegales" del comité de empresa supone un impacto económico directo de más de 200.000 euros diarios, "lo que pone en riesgo la producción, el proyecto y el futuro de los trabajadores".

Para la compañía, "la actitud del comité de empresa de Avilés en un momento tan crucial sólo puede considerarse de desacertado y desleal con los intereses de los trabajadores. No es la actividad diaria la que debe verse afectada en una situación tan difícil económicamente, deberían ser otros los objetivos de la protesta".

Los nuevos responsables señalan que la planta avilesina ya ha perdido clientes en el pasado y también ha visto cómo se incrementaban las pérdidas. "Ambas cuestiones se están enderezando por los nuevos propietarios desde su entrada hace dos meses, pero la responsabilidad de estas nuevas pérdidas debe imputarse a esas continuas acciones de protesta por parte del comité de empresa, que paralizan, desmoralizan y derrumban continuamente la producción y la credibilidad de la empresa ante los clientes", advierten desde Riesgo.

"Pese al esfuerzo realizado hasta el momento por parte de la nueva directiva de Alu Ibérica, el comité no ha cejado en su empeño de intentar desacreditar públicamente y entorpecer la gestión, a pesar de las continuas conversaciones con ánimo de informar y conciliar con total transparencia que se han tenido desde el inicio de esta nueva etapa", añaden los gestores actuales. Por todo ello, anuncian que dichas acciones contra los intereses comunes de trabajadores y empresa "serán reclamadas".

La nueva directiva quiere dejar claro, no obstante, que sigue animando al comité a colaborar en el desarollo del "único proyecto realista y de futuro para la planta, con el objetivo compartido de continuar la actividad y el mantenimiento del empleo para transformar las plantas hacia un modelo de aluminio sostenible". Tras dos meses de gestión, desde Riesgo sostienen que han optimizado y mejorado los procesos de las plantas, aumentado la producción y que su objetivo es que las fábricas de Avilés y La Coruña "sigan funcionamiento a pleno rendimiento".