La escena parece propia de una película de ciencia ficción, pero ya es una realidad en Avilés: una persona se aproxima a un punto de acceso a una tienda, dependencia pública o centro de trabajo y se encuentra con una pantalla a la que debe mirar; el dispositivo, previo análisis facial del sujeto, autoriza en pocos segundos el paso o lo deniega en función de unas variables programadas, que en estos días de extremado control sanitario por la epidemia de covid-19 son fundamentalmente portar mascarilla y no tener fiebre alta. Esta "máquina" de control de acceso es el último producto añadido al catálogo de la empresa de Germán Pérez García, un emprendedor avilesino que tata de abrirse camino en el sector de las nuevas tecnologías.

"Debido a la actividad de mi negocio, fundamentalmente dedicado a la telefonía y a sus complementos, tengo relaciones frecuentes con proveedores chinos y fue a través de ellos, y de la observación de la vida cotidiana en aquel país, como descubrí la existencia de este aparato. Al ver la deriva que tomaban los acontecimientos en España con la epidemia de covid-19 pensé que podría tener buena salida este dispositivo en nuestro país e hice las gestiones para comprar el hardware; respecto al software (la programación del equipo), ha sido vital la colaboración de Damián Rodríguez en la traducción de los programas", explica el empresario, dueño de la firma Mamaandroid.

"Mamatech", que así se llama el dispositivo, va conectado a la corriente eléctrica, se puede acoplar en diferentes soportes, funciona de forma autónoma y tiene un precio que oscila entre ochocientos y algo más de mil euros, según el modelo. Técnicamente, la máquina es un sistema de reconocimiento facial con detector de temperatura corporal. Aparte de la función básica de "dar el alto" a las personas que no llevan la mascarilla puesta o las que tienen fiebre alta, el aparato se puede programar para auntentificar identidades logrando, así, fluidez en el paso de personas a zonas comunes o propiedades privadas. Las unidades piloto que Germán Pérez ha puesto en funcionamiento, como la instalada en el centro comercial El Atrio, encienden luces rojas cuando detectan a una persona que incumple los parámetros de seguridad sanitaria y verdes cuando todo está en orden.

El desarrollador del software enumera numerosas utilidades que podría tener este equipo, un claro exponente de que no todo es negativo en la era postcovid, pues surgen oportunidades empresariales: "Las empresas, los comercios, las administraciones públicas, los servicios de transporte y en general cualquier sector obligado a garantizar la seguridad sanitaria en sus instalaciones se enfrentan al reto de cómo controlar los accesos a sus instalaciones. Con dispositivos como el que nosotros hemos desarrollado ese cometido se simplifica de forma muy eficiente".