Sepides, la sociedad estatal encargada de la gestión del suelo industrial que dejó disponible el cierre de las baterías de coque de Avilés, asegura estar en disposición de sacar a licitación la elaboración del proyecto técnico que guiará los trabajos de desmantelamiento de la coquería y la obra propiamente dicha el próximo mes de julio. El importe conjunto de estos trabajos asciende a más de 15 millones de euros. Así lo ha comunicado el presidente de la entidad, Antonio Miguel Cervera, a la alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, en una reunión que se ha celebrado esta mañana en el Ayuntamiento y que tendrá continuidad durante el resto del día con encuentros a mantener con instituciones y empresas relacionadas con un espacio llamado a convertirse en uno de los polígonos industriales españoles con mejores dotaciones. Entre los interlocutores con los que tiene previsto verse Cervera durante la jornada están la Autoridad Portuaria de Avilés, que ya manifestó hace meses su intención de adquirir terrenos en la zona; la Cámara de Comercio, ArcelorMittal, que explotó las baterías de coque hasta su clausura el pasado otoño; y Deganta Aguas-IQN, la empresa química que ya ha presentado un proyecto para desarrollar actividad en el entorno de Baterías.

Antonio Miguel Cervera ha recalcado que, pese a los inconvenientes derivados de la pandemia de covid-19, Sepides no ha levantado el pie del acelerador desde enero, cuando presentó las líneas maestras de su plan para las baterías de coque de Avilés, y cumple a rajatabla el cronograma anunciado. Fruto de ese celo en los plazos, Cervera ha podido anunciar la licitación "para julio" de la redacción del proyecto técnico de desmantelamiento de las baterías. Al respecto,ha explicado que Sepides ha decidido licitar de forma conjunta el apartado técnico y la ejecución material de los trabajos "para evitar problemas que pudieran surgir si una empresa contratista diferente a la redactora del proyecto asumiera los trabajos y argumentase fallos en el apartado técnico". Esta fórmula ha sido aprobada por Abogacía del Estado atendiendo, según Cervera, "a la especial complejidad de la tarea que tenemos por delante".

De cumplirse los plazos que ha expuesto el presidente de Sepides, tras la publicación de la licitación del proyecto y el desmantelamiento se daría un tiempo "generoso" (tres o cuatro meses) a las empresas interesadas para que examinen con calma las condiciones y puedan preparar sus ofertas con todo detalle. Esto supondría que para finales de 2020 se dispondría de candidatos a ejecutar la obra y "la firma del contrato podría hacerse en enero, de modo que los trabajos in situ comiencen a febrero de 2021". El plazo total que estipula Sepides para desmantelar las viejas instalaciones de la coquería es de 16 meses.

Cervera no ha desvelado si finalmente quedará en pie alguna estructura de las baterías de coque. En este sentido ha explicado que aún no se dispone de los informes requeridos para evaluar el valor patrimonial de elementos singulares como los gasómetros. No obstante, Cervera ha comentado que en una primera aproximación al interés patrimonial de las baterías "no encontramos salvaguarda alguna de ninguna edificación".