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La rula opta a acreditar el pescado que vende con el sello "Alimentos del paraíso"

La lonja avilesina quiere reforzar su estrategia comercial para diferenciar sus productos de los vendidos en otros grandes puertos del Cantábrico

Trabajadores de la rula de Avilés cargan la cinta de subastas con cajas de pescadilla (merluza) en fecha anterior a la declaración del estado de alarma por la pandemia de covid. RICARDO SOLÍS

Nueva vuelta de tuerca en la estrategia que puso en marcha hace un lustro la rula de Avilés para dar el mayor valor posible al pescado que comercializa, lo cual es tanto como decir el 60 por ciento de todo el que llega a los puertos asturianos. A la actual etiqueta de calidad "Pescado de Avilés, pescado de confianza" -un sello que sintetiza diversas garantías de orden sanitario, social y ambiental- se podría unir próximamente la acreditación "Alimentos del Paraíso", la marca pública asturiana que tiene como finalidad distinguir en el mercado determinados productos agroalimentarios producidos o elaborados en el Principado cumpliendo unos requisitos que garantizan a los consumidores el origen geográfico y la calidad certificada.

Las negociaciones con la Consejería de Desarrollo Rural -el ente que gestiona el distintivo "Alimentos del Paraíso"- para que el pescado de la rula de Avilés luzca el prestigioso sello ya están en marcha y como consecuencia de la toma de contacto entre las partes el primer fruto ha sido que la Administración del Principado sopesa extender la acreditación a todo aquel producto pesquero asturiano que haya pasado por las rulas de región siempre y cuando las mismas puedan igualar el estándar de trazabilidad, seguridad alimentaria y compromiso con la calidad del producto que ya es una realidad en la rula avilesina. Esta asociación de un producto de gran consumo como es el pescado y un distintivo territorial de calidad alimentaria, caso de prosperar, constituiría una novedad en el ámbito nacional.

Lo que late detrás de la pretendida asociación del pescado vendido en Avilés y "Alimentos del Paraíso" es el deseo de diferenciar el producto pesquero local a ojos del consumidor y confiar en que las leyes del mercado hagan el resto, fundamentalmente generar una demanda asociada a la percepción de máxima calidad. Esto suele implicar, además, la disposición del comprador a pagar un precio más elevado por el producto.

Los expertos en marketing suelen definir el precio de un producto como aquella cantidad de dinero que un consumidor está dispuesto a pagar por disfrutar de los beneficios de dicho bien. Y dado que diferentes consumidores pueden apreciar valores diferentes en un mismo producto, el precio del mismo no tiene por qué ser igual según quién y cómo lo comercialice. Hay un ejemplo que se cuenta en las facultades de Económicas y que ayuda a entender todo lo anterior. Hasta hace 26 años las chanclas eran simples y baratas sandalias de goma, "chancletas de albañil", que se decía casi despectivamente. Pero en 1994, la empresa brasileña Havaianas revolucionó el mercado al lanzar una gama en colores fuertes y un tanto más altas en el talón. A partir de una esmerada campaña de marketing, las humildes chancletas pasaron a ser un objeto de deseo, entraron en los círculos de la moda y el precio de determinados modelos se puso por las nubes. Ese es, pero aplicado al sector del pescado, el objetivo que se han marcado los responsables de la lonja de Avilés.

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