España prevé obtener un incremento de alrededor del 10 por ciento en la cuota nacional de bonito en el marco de las negociaciones para el reparto de la misma entre países que se desarrollarán este año en el seno de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT por sus siglas en inglés), según explican fuentes del sector, que vaticinan que se logrará ese incremento, o incluso superior, en base a los estudios científicos sobre el recurso efectuados por el Consejo Internacional de Exploración de los Mares (ICES).
La pesquería del bonito del norte -atún blanco- se gestiona a través del Total Admisible de Capturas (TAC) impuesto por el ICCAT, que se renegocia cada tres años. La renovación de los cupos para los próximos tres años toca hacerla en el actual, en un momento en el que desde el sector se considera que la pesquería se está cerrando demasiado pronto (la costera de este año, concluida el 12 de agosto pasado, fue la más corta de la historia) y en el momento en el que el bonito está mejor para llevar al plato, al haber acumulado suficiente grasa engordando los meses previos.
Los planteamientos del sector son compartidos por el Principado. El director general de Pesca Marítima, Francisco González, ya señaló el pasado martes que "es una noticia positiva la constatación de la buena salud del stock de bonito del norte, que esperamos repercuta en una mayor cuota para el próximo año".
Un incremento al que las fuentes consultadas por este periódico ponen como cifra probable una que ronde o supere el 10 por ciento citado respecto a los 16,62 millones de kilos de cuota anual asignada a España actualmente (de los cuales 14 millones son para la flota del Cantábrico y el resto, para la de Canarias).
Los países más interesados en la pesca del bonito del norte son, junto a España, Francia, Irlanda y Portugal. Desde el Ministerio se intentó este año lograr un incremento de cuota de bonito para España mediante un intercambio de otra especie con Portugal, sin que fructificara, dado el interés de la propia flota portuguesa en realizar esta pesquería.
El consumo de cuota asignado a cada país se realiza mediante lo que se denomina "pesca olímpica": todas las flotas van a pescar cuanto pueden hasta que se consume alrededor de un 92 por ciento de la cuota asignada, momento en el que se cierra la pesquería para ese país. Esto supone que haya una carrera entre los barcos por capturar lo más rápido posible la mayor cantidad de pescado. Si el bonito entra al Golfo de Vizcaya y permanece tiempo en el mismo, la cuota se consume antes que si viaja pronto hacia las aguas irlandesas.
El viaje migratorio de estos túnidos pasa por el archipiélago de Canarias, la islas Azores -donde los boniteros asturianos hacen habitualmente su primera marea-, el Cantábrico y el Golfo de Vizcaya; y de ahí, a las proximidades de Irlanda.
Con todo, el previsible incremento de cuota para el próximo año no convencerá totalmente a un sector que recuerda que en 2005 la cuota asignada a España fue de 21 millones de kilos, si bien en aquella fecha era superior el número de barcos asturianos que participaban en la costera, incluso casi el doble que los 55 que se acreditaron para la recién finalizada.
Las rulas de Avilés y Gijón facturaron 3.937.000 euros en la campaña del bonito de este año, un 11 por ciento más que en la de 2019. La costera se desarrolló con normalidad pese a la crisis sanitaria y tanto los barcos como las lonjas han estado libres de contagios de covid-19. En esta ocasión, la flota exclusivamente asturiana capturó 986.716 kilos de bonito; en 2017 había sido la mitad: 426.000 kilos.
