Las buenas condiciones del mar durante los meses de verano propiciaron que los socorristas tuvieran que participar en 37 rescates menos que en el estío de 2019, pasando de 86 a 49. Y todo ello, pese que la presencia de bañistas "fue mucho mayor" que el ejercicio anterior. Así lo explica Ignacio Flórez, coordinador de salvamento en Castrillón desde hace trece años. Da otro apunte más: "En junio hubo más rescates que en julio y en agosto". Llama la atención igualmente que las lesiones provocadas por animales terrestres se hayan reducido a más de la mitad, pasando de 122 en 2019 a 55 y también la tendencia a decrecer de las alteraciones del orden público, que se quedan a un tercio de las registradas el pasado verano. Flórez lo explica: "El aparcamiento controlado en días de sol en Bayas ayudó mucho". Y todo, en un año en el que se batió la cifra de bañistas de las últimas temporadas estivales en los arenales castrillonenses, con 1,2 millones de personas.
En el apartado de traslados a centros médicos de posibles lesionados, la cifra también es algo menor, pasando de 19 a 13 en función de un año y otro. "Apenas hubo incidentes reseñables salvo un traslado por una supuesta rotura de tibia y peroné. De hecho, no fue necesario utilizar los equipos de oxígeno para atender a los bañistas", señaló el responsable del socorrismo en los arenales del concejo, quien destacó el buen hacer de los salvamentos durante el verano.
Actualmente, aún existe un retén de socorristas en Salinas y San Juan que permanecerá hasta el día 30.
