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ANDRÉS PERELLÓ RODRÍGUEZ | MIEMBRO DE LA EJECUTIVA FEDERAL DEL PSOE, DA HOY UNA CHARLA SOBRE MEMORIA HISTÓRICA

"Las calles de Avilés con nombres franquistas hay que cambiarlas; si no, habrá sanciones"

"Las exhumaciones de fosas son ahora una obligación del Estado, es un paso muy decisivo de la nueva ley de Memoria Democrática"

Andrés Perelló. MARCOS LEÓN

Andrés Perelló Rodríguez (Buñol, Valencia, 1960) es Secretario del área de Justicia y Nuevos Derechos y miembro de la ejecutiva federal del PSOE. El también abogado participa esta tarde en un conferencia promovida por la Plataforma en defensa de los servicios públicos enmarcada en sus jornadas sobre memoria histórica. La charla será a partir de las 19.00 horas en la Casa de Cultura de Avilés. Perelló Rodríguez habla con LA NUEVA ESPAÑA por teléfono.

- ¿Por qué es importante apelar a la memoria histórica?

-No se puede vivir sin memoria. Me choca mucho cuando hay gente que dice "olvidemos el pasado". Cuando una persona tiene alzheimer, la gente siente compasión de ella; y a la vez, esa misma gente da discursos que parece que quieren llevar a la sociedad a enfermar de olvido. Una sociedad sin memoria es como si le quitaras los cimientos a un edificio y, además, la memoria permite construir el futuro. Es un componente esencial de las sociedades humanas y eso va desde los gestos más cotidianos hasta las políticas de Estado; ahí es donde estamos. Las políticas de Estado entran ahora a hacerse cargo de la memoria y de la historia para analizar qué agravios ha habido y qué gente está afectada por esos agravios. Estamos en dar a conocer cuál es nuestra historia, dónde estamos y hacia dónde vamos con garantías de no repetición. Es un absurdo olvidar una parte política de España.

- La lucha de la memoria histórica cuenta ahora con una nueva ley...

-La nueva ley de memoria democrática se hace cargo de los agravios que se han podido cometer a lo largo de la historia desde 1812 hasta 1978. Ahora se convierte en política de Estado, con localización de los desaparecidos y las fosas. Tenemos un programa de memoria y de recuperación histórica con los principios internacionales de verdad, justicia, reparación y no repetición. Esta ley mejora la de 2007 y asienta el derecho a la memoria.

- Una de las medidas incluida en la ley son las exhumaciones en un país que tiene el mayor número de fosas comunes de Europa y el segundo del mundo después de Camboya. ¿Se llega tarde?

-Si se hubiera podido llegar antes no lo sé, pero en España eso de que llegamos tarde es una coletilla que se pone a todo. Lo importante es que llegamos en este momento y que pasa a ser una política publica. La gran diferencia con la ley de 2007, es que Zapatero pensó que con aquella ley todos los gobiernos seguirían financiando las exhumaciones hasta que en 2011 el Gobierno de Mariano Rajoy decide inmoralmente no subvencionar más la ley y se quedó en agua de borrajas. La nueva ley plantea a las asociaciones memorialistas participar en los consejos con funciones de asesoría, control y planificación. Ahora, la exhumación es una obligación del Estado, es un paso muy decisivo.

- La derecha entiende que la memoria histórica supone abrir heridas, ¿qué le sugiere?

-Con un esfuerzo de comprensión llego a entenderlos. Entiendo a la gente que le pesa la memoria por la familia y quiere olvidarla pero también hay otra vía, reconocer que se hizo mal. Le pregunto a la derecha qué precepto moral, ético o político no permite enterrar a los muertos con dignidad, qué parroquia, qué religión o qué credo ideológico. Si tu padre o abuelo está en una fosa, ¿querrías un entierro digno? A lo mejor me dicen que no. Pero las gentes que tenemos valores y principios queremos que eso se produzca. Hace falta preguntar en España con quién se está: con los que ganaron la Segunda Guerra Mundial, que eran demócratas de izquierdas y derechas, o con los aliados del nazismo y el fascismo, que ganaron la guerra en España. Porque Churchill no era ningún revolucionario de izquierdas, era conservador y demócrata.

- En Madrid y a propuesta de Vox, el Ayuntamiento retiró la figura de Largo Caballero e Indalecio Prieto. ¿Qué le parece?

-Me parece una salvajada y una tropelía. Querer aplicar la ley de memoria histórica vigente, la de 2007, a las víctimas del fascismo es algo tremendo, Ambos fueron ministros democráticamente elegidos, no dieron ningún golpe de Estado. Y digo más, los pantanos que inauguró Franco llevaban la firma de Indalecio Prieto y fueron diseñados durante la República. Este tipo de acciones si vienen de Vox las entiendo, pero del PP y de Ciudadanos, no, ya que quieren ser derechas homologadas en Europa. Me parecen que con esta decisión se han marcado bastante y necesitan hacer un buen reciclaje.

- Volviendo a Asturias, recientemente en Oviedo un juez ordenó el cambio de 17 calles que fueron adaptadas a la ley de memoria histórica, entre otras razones, porque el grupo de expertos que propició ese cambio "estaba adscrito a partidos políticos y asociaciones como las 'Trece Rosas'"...

-Algunos jueces no pueden evitar poner sus principios ideológicos por delante de la misión deontológica. Ese argumento no es objetivo en Derecho.

- En Avilés todavía hay calles dedicadas a alcaldes franquistas, ¿qué se debería hacer?

-Cambiarlas. Con la nueva ley, los municipios que hagan apología del franquismo o la dictadura serán sancionados. Que lo vayan viendo. Hay casos de alcaldes que plantean someter a votación esos cambios. Yo les propongo que pregunten sobre el pago del IBI porque a lo mejor se llevan una sorpresa. Hay cosas que no se someten a votación, son decisiones tomadas en el Parlamento y las leyes que hay que cumplirlas.

- En Avilés gobierna su partido, el PSOE...

-Razón de más para cambiar esas calles. Los nombres de franquistas hay que cambiarlos de acuerdo a la ley.

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