El colegio San Fernando agradeció ayer, mediante un comunicado, los esfuerzos de “alumnos, profesores, padres y otros miembros de nuestra comunidad”, además de la Policía y la Guardia Civil que, “de manera totalmente espontánea y multitudinaria”, se organizaron para buscar a Miguel Salvador Heres, el joven de 17 años que desapareció el pasado jueves; una fuga con final feliz que fue un ejemplo de “empatía, solidaridad y generosidad”.

La alarma saltó cuando la familia se percató de que el joven no se encontraba ni en clase ni en casa; había dejado una nota de despedida, con indicios de fuga. Después de doce horas de búsqueda, Miguel Salvador apareció. Estaba en los alrededores de la urbanización castrillonense de Coto Carcedo, “cuyas sendas y montes se llenaron de voluntarios a los que no les importó ni la lluvia caída durante la tarde ni la oscuridad de la noche para seguir en su empeño”. La familia respalda este comunicado.