El Conservatorio Municipal Profesional Julián Orbón tendrá nueva sede en “dos o tres años” de no producirse imprevistos. Los estudios musicales, en la actualidad repartidos por cuadro espacios diferentes, se unificarán en la antigua sede de Correos de La Ferrería. Como informó este periódico, el Ayuntamiento compró recientemente a la entidad postal en 750.000 euros el edificio, situado en pleno casco histórico de la ciudad. La alcaldesa, Mariví Monteserín, anunció ayer que el inmueble se adaptará para convertirse en la nueva sede del Conservatorio, dando así respuesta a una reivindicación histórica. Los problemas de acústica del palacio de Balsera son de sobra conocidos, y el complejo modernista hace ya muchos años que se quedó pequeño, con sus más de 200 alumnos por curso (este último cuenta con 217).

La futura sede del Conservatorio. | R. Solís

El nuevo Conservatorio tendrá una superficie construida de 1.700 metros cuadrados, distribuidos en cinco plantas: sótano, planta baja y tres alturas. En la actualidad, el Julián Orbón cuenta con dos sedes, que suman 1.200 metros cuadrados: el palacio de Balsera, de propiedad municipal, y el edificio del número 5 de la plaza de Álvarez Acebal, en alquiler. Ante la falta de espacios amplios en el palacio modernista, además, la banda y la orquesta ensayan en el auditorio de la Casa Municipal de Cultura y en la Factoría Cultural del Carbayedo.

Monteserín destacó “las posibilidades de adaptación de la nueva sede a las necesidades educativas del Conservatorio, la aplicación de nuevas tecnologías y la mejora en la accesibilidad y en la eficiencia energética, así como en la acústica de las diferentes dependencias”. Incidió en que poder actuar desde el inicio en un edificio sin ningún tipo de condicionante de espacios es una garantía para la calidad de la enseñanza y la respuesta a las necesidades docentes. Se hará una especie de traje a medida para el Conservatorio en un inmueble situado en pleno casco histórico de Avilés, vecino del Centro de Servicios Universitarios y a pocos metros del palacio de Valdecarzana y del propio Ayuntamiento. “Se genera una manzana cultural interesante”, aplaudió Monteserín.

Los servicios técnicos municipales están trabajando en el proyecto técnico de reforma del inmueble de la calle La Ferrería, con miras a que esté listo en el primer trimestre del año próximo. El gobierno avilesino no se aventura a poner fecha al traslado, pero se muestra esperanzado en que pueda producirse en 2022 o 2023 si no surgen imprevistos. “Hoy las preocupaciones están en otros sectores, somos muy conscientes de esa situación. Tenemos una mirada en el covid y otra en el resto de los temas, pensando en futuro de la ciudad. Este edificio era una oportunidad y una buenísima solución para el Conservatorio. Si todo va bien, en dos o tres años podría estar aquí. Vivimos tiempos tan cambiantes que es muy difícil hacer previsiones ajustadas”, explicó la regidora socialista.

Monteserín anunció el proyecto en compañía de los concejales de Desarrollo Urbano y de Cultura, Manuel Campa y Yolanda Alonso, respectivamente; del director del Conservatorio, Jorge Díaz Seijo, y del arquitecto municipal, Julio Redondo.

Díaz Seijo aplaudió que el Conservatorio vaya a contar “con un edificio pensando por y para las enseñanzas musicales, acústicamente solvente”. “El palacio de Balsera es precioso, pero no es el sitio más adecuado para estas enseñanzas, sobre todo por la acústica. Esta es una grandísima noticia para el Conservatorio. Es fabuloso tener la oportunidad de agrupar todas nuestras enseñanzas en un único edificio, tanto para los estudios y actividades como para las familias y para el profesorado. Tendremos espacio para un uso específico que necesitamos ahora”, celebró el director del centro de enseñanzas musicales.

El palacio de Balsera, cuyo uso está por decidir, se orientará como recurso cultural y turístico

La vieja sede de Correos será objeto de una rehabilitación integral, con especial atención a la acústica. El arquitecto municipal Julio Redondo detalló ayer que el edificio, de mediados del pasado siglo, “no presenta patologías graves y la adecuación será sobre todo en el interior”. “Será una rehabilitación integral y se prestará especial atención a la acústica en la obra. Con la escala y superficie que tiene este edificio, es el espacio idóneo para albergar las enseñanzas del Conservatorio y todas las dependencias que precisa”, aseveró Redondo. Para el arquitecto municipal resulta especialmente relevante que el Julián Orbón no salga del corazón de la ciudad: “Es una de las características que tiene el casco histórico de Avilés, que es vivo”. El futuro uso que se dará al palacio de Balsera, Bien de Interés Cultural, está por decidir, si bien todo apunta a que se destinará a recurso cultural y turístico. “En este tiempo pueden surgir otros proyectos. Ese palacio es una joya del modernismo. Le encontraremos la ocupación que mejor pueda servir a la ciudad y a los avilesinos”, concluyó la alcaldesa, Mariví Monteserín.