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Los productores auguran una excelente campaña de kiwi por la caída de la competencia

La isla de Arcubín, en Soto del Barco, referente de la fruta en la comarca, aprecia una mejora de la calidad en su materia prima de este año

Recolección de kiwis en una pasada campaña en la isla de Soto del Barco. Ricardo Solís

Con Asturias en el centro de la tormenta sanitaria y, como consecuencia, económica, el sector del kiwi parece vivir un momento dorado: los kiwicultores trabajan con la previsión de que la temporada que está a punto de comenzar será, si cabe, mejor que la del año pasado “con precios que se van a mantener e incluso aumentar ligeramente”. La razón: “Hubo menos kiwi en Nueva Zelanda y también algo menos en Italia y Grecia, que son nuestros competidores directos, y nosotros tenemos un fruto excepcional”, explica Juan Cimas, responsable de kiwis La Isla, ubicada en la isla de Arcubín, en Soto del Barco. Y que el kiwi del bajo Nalón brille con luz propia guarda relación con las riadas de hace meses que afectaron al Nalón: “Hay menos fruto, un 10 por ciento aproximadamente menos que el año pasado, pero ha mejorado la calidad considerablemente del resto”.

Ante esto, Cimas espera una cosecha excelente que de no producirse contratiempos comenzará previsiblemente este lunes, cuando esté en su punto de azúcar de acuerdo al llamado índice Brix. Y es que el ácido cítrico es el predominante en el kiwi y controlar la acidez en los kiwis se ha convertido en un asunto de suma importancia desde que se descubrió que los niveles de pH, azúcares (Brix) y compuestos aromáticos influyen enormemente en el sabor del kiwi.

Con el fruto a punto de ser recogido en la isla sotobarquense, Cimas ve un futuro a corto plazo óptimo: “Hay mucha presión sobre el kiwi: los compradores ya están esperando”, recalca. Que el kiwi vaya bien es un soplo de aire fresco para los vecinos del bajo Nalón. Solo este productor prevé contratar a 24 personas eventuales que se sumarán a ocho trabajadores que ya están en plantilla: “Este año si hemos notado que hay muchos más trabajadores disponibles que años atrás, probablemente por la crisis que existe”, dice este hombre que ya es un veterano en el mundo de los kiwis y cuenta con otra plantación en Galicia que complementa a la asturiana. La campaña se extenderá hasta finales de diciembre o principios de enero.

“Las expectativas son buenas y, lo más importante, la demanda de kiwi aumenta exponencialmente”, confirma el productor de La Isla, que ya lleva tiempo defendiendo que la economía de Asturias no se puede basar únicamente en la industria del acero o del metal.

“En Asturias hay mucho campo que da unos frutos estupendos y si se proyecta a nivel industrial es una alternativa. El kiwi puede ser un revulsivo para la economía asturiana, hablando siempre de una agricultura intensiva para que sea rentable”, defiende el productor que baña sus plantaciones de “oro verde” con el agua del Nalón. Los productores de las vegas del este río no son los únicos ni mucho menos que trabajan con el kiwi en Asturias, aunque sí los pioneros en la explotación profesional a gran escala. No en vano, las plantaciones de kiwis y arándanos representan un modelo de profesionalización que se dan en el bajo Nalón bastante inusual en la región y con unas perspectivas de evolución muy optimistas.

“En estos últimos años se ha trabajado intensamente con el sector; siendo la comercialización de la producción primaria el avance más notable que se ha producido en la comarca”, explican desde la Red Asturiana de Desarrollo Rural. En resumen: el kiwi ha colonizado los concejos del bajo Nalón y de la comarca avilesina con éxito nacional e internacional.

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