La madre que maltrató a su hija menor de edad durante años aceptó esta mañana los hechos que le imputa la Fiscalía y, en consecuencia, no tendrá que entrar en prisión porque el Ministerio Público ha rebajado la petición de pena para los delitos que le imputaba (maltrato en el ámbito familiar y maltrato continuado): a un año y nueve meses.

Accesoriamente, la madre ha perdido la patria potestad y tiene que abonar 2.000 euros en concepto de responsabilidad civil.

Tanto la defensa como la acusación particular y la fiscalía habían acordado evitar que la menor tuviera que declarar en la vista que se celebró esta mañana (tenía que perder colegio).

La sentencia de conformidad supone que la Fiscalía hará un informe favorable para que la madre condenada no tenga que ir a la cárcel.

La Fiscalía sostuvo que una niña avilesina que actualmente tiene 16 años ha soportado malos tratos habituales tanto físicos como psicológicos por parte de su madre, de 53 años.

La acusación pública retrata a una madre que lo mismo reprochaba a su hija el hecho de haber nacido –“eres una mierda, ojalá no te hubiese tenido, eres lo peor que me ha pasado en la vida”– que la conminaba a irse de casa pese a ser menor de edad – “si tengo que denunciarte para que te marches, lo haré por cualquier motivo para que te saquen de casa”; “si no marcha de casa te voy a hacer la vida imposible”.

El día 15 de diciembre de 2018, prosigue el relato de la Fiscalía, la acusada tuvo una discusión con su hija porque no le dejaba su móvil y en un momento dado le dijo: “No me sirves para nada, eres una parásita. No te quiero, quiero más a tu hermano que a ti”. Ese mismo día, abunda el fiscal, la madre también le preguntó a la niña si la ropa que llevaba se la había comprado ella, y al responder la menor que sí cogió unas tijeras y le cortó todas las prendas. Entonces la niña tenía 15 años y al día siguiente se fue de casa.

Otro episodio del que se hace eco la acusación ocurrió un día en que la madre le dijo a su hija “vas a conseguir que me suicide por tu culpa, no te aguanto”. En alguna ocasión, la violencia verbal vino acompañada de agresiones físicas (bofetadas) y amenazas, como cierto día que la madre esgrimió un cuchillo diciendo a su hija: “Vete o atente a las consecuencias”.