Un joven vecino de Piedras Blancas (Castrillón), R. D. V., de 29 años, aceptó este miércoles en la sección tercera de la Audiencia de Málaga una condena de 12 años de cárcel por extorsionar a 41 menores de entre 10 y 17 años –doce de ellas asturianas– a través de la red social Tuenti para que le enviasen fotografías y vídeos de contenido sexual. Al joven le pedían penas que sumaban 172 años de cárcel, pero decidió reconocer los hechos, lo que le valió una sustanciosa reducción de la solicitud de condena. El ministerio público informó favorablemente a la suspensión del ingreso en prisión, al haberse mostrado muy arrepentido por lo ocurrido. Eso sí, no podrá delinquir, tendrá que pagar las responsabilidades civiles y someterse a un curso de educación sexual.

El acusado se hacía pasar por una sexóloga de nombre Noelia para ganarse la confianza de las menores, ante las que se presentaba como una experta con la que se podía hablar de relaciones y amores. En un momento dado de la conversación, la falsa sexóloga enviaba una foto íntima a la menor y la conminaba a hacer lo propio, bajo la amenaza de divulgar entre su grupo de amigas la conversación sobre asuntos íntimos que habían mantenido. Las niñas se veían obligadas de esa forma a mandarle material muy gráfico.

Los hechos fueron denunciados el 27 de septiembre de 2013 por una menor en Antequera (Málaga), motivo por el que el caso se juzgó en esta provincia andaluza. Los agentes de la Guardia Civil abrieron entonces lo que se conoció como la "operación Molling". Lograron hablar con él pocos días después, pero el joven intentó engañarles burdamente, asegurando que tenía 16 años –en realidad tenía 22– y vivía en Avilés, cuando su domicilio estaba en Piedras Blancas.

El ahora condenado utilizó un método por el que creía que no iba a ser descubierto. De forma ilegal, averiguó la clave de la cuenta de Tuenti de una tercera persona, cambió el perfil y borró todos los contenidos que había. Luego usó la cuenta para tender la trampa a las menores.

El reconocimiento de los hechos le valió que cada delito de coacciones se redujese de 12 a 3 meses. Se le condena además a dos años por pornografía infantil y medio año por revelación de secretos. Por otro lado, se le retiran los cargos que pesaban contra él por corrupción de menores. Deberá pagar 2.500 euros a las 10 menores que reclamaron daños morales.