Yasmina Triguero (Piedras Blancas, 1971) es alcaldesa de Castrillón desde 2014, siendo la más joven del concejo en este cargo. Hasta entonces ejercía su labor como pedagoga en la Consejería de Servicios y Derechos Sociales.
–¿Cuál es su balance de esta mitad de mandato?
–El cumplimiento de los objetivos ha estado condicionado por la pandemia porque ha sido necesario reestructurar unos servicios, aumentar algunos o suprimir otros. Aún así, hemos trabajado y podido cumplir algunos de los objetivos de mandato. El balance es positivo. Estamos ultimando proyectos importantes y empezando otros que mejoran la calidad de vida en Castrillón. Esto nos hace ser un municipio que mantiene e incluso crece en población y donde se está incrementando de forma muy significativa el número de licencias de obra tanto de tipo residencial como de actividad. La pandemia nos ha cambiado nuestra concepción de estar en la vida y Castrillón responde, por sus características, a estas expectativas. Esto unido a los últimos datos de empleo, que sitúa el crecimiento en más de un 5% en Castrillón, nos sitúa en un escenario de impulso de actividad económica que espero se consolide.
–¿Qué queda por hacer?
–El equipo de gobierno lo conformamos tres fuerzas políticas que negocian un programa que define los objetivos para esta legislatura. Esa es nuestra hoja de ruta. En los próximos meses continuaremos las actuaciones de asfaltado del municipio con un millón de euros; seguiremos renovando el sistema de alumbrado público en Salinas; empezaremos a trabajar en la segunda fase del Ferrota; mejoraremos y aumentaremos los aparcamientos municipales; trabajaremos en la peatonalización de la calle Ramiro I; definiremos las actuaciones del suelo del camping municipal; definiremos las actuaciones en el saneamiento de Pillarno cuyos proyectos están pendientes de Consejería; rehabilitaremos los edificios singulares del concejo dándoles nuevos usos e impulsaremos el mantenimiento de nuestros monumentos naturales, sendas y espacios verdes. Reactivaremos, la revisión de los genéricos y el PGO de Castrillón. Mejoraremos nuestros recursos turísticos, pero sin duda, lo más importante es consensuar el futuro del centro de salud de Piedras Blancas para los próximos 25-30 años.
–¿Su mayor logro en estos dos años?
–Sin duda, mantener la política social que hemos implantando. Estamos a punto de aprobar el III Plan de Infancia y el I plan de Igualdad del Ayuntamiento de Castrillón. Estamos trabajando en una nueva organización municipal y revisión de puestos de trabajo adaptados a las nuevas necesidades de la población y estamos mejorando progresivamente en la administración electrónica. Hemos desarrollado la primera fase del Ferrota, está a punto de ponerse en marcha el nuevo Juzgado de Paz y el “skate park” de Salinas. Por fin, pondremos en marcha la biblioteca y la sala juvenil en Piedras Blancas. Y, en breve, comenzarán las obras de la sala polivalente en el centro social del Agüil, la senda Coto Carcedo.
–¿Lo peor de esta etapa?
–Sin duda, el no haber podido avanzar más en planeamiento urbanístico, pendiente desde hace años.
–¿Cómo gestionaron la pandemia a escala local?
–Entiendo que de la mejor forma que pudimos, intentando responder a la ciudadanía y garantizar, al mismo tiempo, la seguridad de ellos y del personal. Acatando la normativa que iba saliendo e intentando poner todos los recursos que podíamos para la recuperación de los sectores más afectados.
