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Un teatro de capital importancia

El Palacio Valdés, sede de las actividades de la Academia de Artes Escénicas esta semana, es ya un enclave cultural artístico de referencia

Juan Carlos y Vidal de la Madrid, sentados, esta semana en el teatro Palacio Valdés. Fueron presentados por Antonio Ripoll, que aparece en la imagen en el atril. | R. Solís

Con una oferta cultural menguante en los últimos meses a cuenta de la pandemia, es de agradecer el esfuerzo realizado desde Avilés para que la ciudad se convirtiera este septiembre en la capital del teatro español. La Escuela de Verano de la Academia de Artes Escénicas ha acabado por ratificar lo que ya se venía trabajando desde hace tiempo: Avilés asume la centralidad en torno al octavo arte. En esa realidad ha tenido mucho que ver el Palacio Valdés, uno de los teatros con mejor acústica de España.

En su libro “Cuando Avilés construyó un teatro. Arquitectura y sociedad a principios del siglo XX”, cuentan Juan Carlos y Vidal de la Madrid que el teatro Palacio Valdés es hoy una parte de la historia de una ciudad comandada por la clase burguesa y un grupo cubano que planeó levantar este edificio cuando moría el siglo XIX. Cómo el odeón local marcó la idea de progreso lo detalla también Juan Carlos de la Madrid en su “Historia del teatro Palacio Valdés”, que vio la luz a finales del año pasado, fruto de la sucesivas entregas dominicales en LA NUEVA ESPAÑA de Avilés. Recuerda el autor que el teatro ha sido un espejo y un reflejo de esta ciudad porque “contar la historia del teatro es contar la historia de Avilés”. Y en esas estamos. La ciudad que diseñaron a su conveniencia aquellos burgueses de finales del XIX continúa hoy mirando hacia su teatro. Lo señaló esta misma semana la concejala Yolanda Alonso: “La Academia ha convertido Avilés en la capital española del teatro”.

A ojos de los expertos en programación cultural, la propia fachada del Palacio Valdés, de un gusto arquitectónico exquisito, refleja a la perfección las maravillosas obras representadas en su interior. Su emplazamiento en una de las arterias principales de Avilés en lo que a cultura se refiere, lo ha posicionado también como un enclave cultural y artístico importantísimo en la región. Lo que desde Avilés y su teatro se proyecta para el mundo dista mucho de lo que podría ofrecer una ciudad normal y corriente.

Este siglo largo del faro de la cultura avilesina no es solo el de la escena, es también el de un modo de hacer, de programar, de apostar por la Cultura –en mayúscula– y de plantear igualmente nuevos desafíos para el futuro. En un momento en que Avilés busca presentarse al mundo con nuevos escenarios para grandes espectáculos conviene no perder de vista la que ha sido la semilla de lo que nos viene por delante.

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