Avilés repudia la trata y la explotación sexual de las mujeres. La abogada Clara Corbera impartió ayer una charla en la que dejó claro que las sociedades democráticas occidentales “no pueden tolerar la esclavitud del siglo XXI como lo es la trata, que es una forma de violencia extrema contra las mujeres”. Corbera quiso enfatizar que esa lacra “tiene una dimensión clara de género” y puso una cifra sobre la mesa, “entre el 92 y el 97 por ciento las víctimas son mujeres y niñas, y además es una de las formas más graves de violencia porque viola todos los derechos fundamentales que puede tener una persona”. La abogada fue la encargada de abrir los actos en conmemoración del Día internacional contra la trata y la explotación sexual, que continuó con la lectura de un manifiesto y una concentración paralela en El Parche alusiva a la jornada contra la trata y un posterior desfile de ropa en el hotel Ferrera promovido por la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (Apramp).
Corbera remarcó además en su conferencia que el proceso “ha evolucionado tanto en Europa como en España” y pese a todo, “aún queda mucho por andar”. La letrada, que dio una conferencia en el Centro de Servicios Universitarios, remarcó la necesidad de que la sociedad “ha de intervenir para dar oportunidad a las mujeres para que abandonen ese tipo de situaciones de violencia y tengan una vida digna”. Y ello, entiende, sería más sencillo de abordar, “en la medida que las sociedades sean más igualitarias con el fin de perder esa perspectiva de ver a la mujer como algo que se puede cosificar, ya no hay discusión a nivel mundial sobre si la esclavitud es buena o mala, todo el mundo entiende que no se puede comerciar con otras, es el momento de que no se puede comerciar con las mujeres, en ese punto, tener educación en nuestras sociedades”, abundó la ponente.
La concentración, hora y media después, en El Parche dejó a las claras el rechazo sin paliativos de la ciudad a la trata de mujeres. Ya por la tarde, la asociación Apramp promovió un desfile con ropa confeccionada por mujeres víctimas de trata.
