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Carmelo Gómez propone una fiesta poética

El popular actor lleva al Valey un espectáculo para relatar “el cuento de la vida de Lorca a través de su propia obra”

Carmelo Gómez. Sergio Parra

Lo que hace Carmelo Gómez en “A vueltas con Lorca” (esta tarde, a las 19.30 horas en el Valey, en Piedras Blancas) es contar “la vida del poeta, su relación con el amor y con la muerte”. Lo explica el actor que protagoniza un espectáculo que “tiene dos años y medio, pero no se ha podido ver en los grandes escenarios”, se lamenta. “Empezó como un recital, con su atril y todo, pero muy pronto lo hicimos teatro: no es una instalación, lo que es el cuento de la propia existencia del poeta. Lo que proponemos es una fiesta poética donde poco a poco el espectador va descubriendo al poeta profundo, pero también al lúdico y cercano”, explicó el intérprete.

El espectáculo cuenta también con proyecciones de muchos dibujos que hizo el propio Lorca “y tanto gustaron a Dalí”. Además, el actor se presenta sobre las tablas con una camiseta de rayas y también con una flor. “Pensamos en un vestuario más marinero, pero es mejor así: no soy un rapsoda, soy un payaso”, señaló Gómez al otro lado de la línea telefónica.

El montaje es profundo y a la vez ligero. “Decimos que va a salir la luna, que también habrá caballos y explicamos qué es la luna y qué suponen los caballos. Somos un poco didácticos, pero sólo un poco”, confiesa.

“No es un recorrido por la obra poética de Lorca, aunque pudiera parecerlo: es el cuento de su vida a través de su propia obra, la historia del amor que no llegó, la historia de una muerte y el constante regreso a Granada”, comenta. Así que sonarán los versos del “Romancero Gitano”, pero también los “Poeta en Nueva York”. “Me cuestan más decir los poemas de ‘Poeta’...”, reconoce. Y está también Bernarda Alba y sus hijas encerradas. “Yo hago todo: si hay que ser mujer, pues se es mujer. Y como Lorca no nació de la nada, que era hijo de sus influencias, también se van a poder escuchar”, añade. Y aquí salen Lope de Vega, Machado, “tenía cierta predilección por los poetas arábigo-andaluces; se decía que no sabía, que no conocía, pero no es cierto: sólo hace falta leerlo”, reivindica el actor leonés cuya última visita a la comarca, al Palacio Valdés, fue con “Todas las noches de un día”.

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