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Avilés: recetas de éxito frente a la adversidad

El fiasco de atender a la tercera ciudad de Asturias con un presupuesto igual al ejercicio anterior e incluso con partidas menguantes para la anunciada apuesta por la FP

Panorámica del muelle del Niemeyer tras la llegada del último crucero a Avilés.

Podría decirse que este es un fin de año para olvidar. Al menos, para Avilés. Los presupuestos del Principado para 2022 vuelven a arrinconar a la tercera ciudad de Asturias, sede de la Milla de la Innovación y que reúne, entre sus muchos valores, el hecho de contar con dos centros de investigación de ArcelorMittal que suman 14.000 metros cuadrados de actividad de I+D+i distribuidos en once edificios.

Han pasado cuatro ministras en lo que va de año: desde la de Derechos Sociales, Ione Belarra; a la de Industria, Reyes Maroto, en plena crisis del aluminio o la de Justicia, Pilar Llop, y este pasado verano, la de Ciencia, Diana Morant. Ni el conocimiento sobre el terreno de la realidad de la villa de las representantes del Gobierno de Pedro Sánchez ni el aparente apoyo brindado por el Ejecutivo regional para acoger, más recientemente, el lanzamiento de la red de concejos por la Ciencia, arrojan visos de ese espaldarazo que precisa y merece a partes iguales esta ciudad, testigo de sucesivas crisis.

En un momento en que estamos llamados a consensuar una cierta fisonomía urbana, las decisiones institucionales (al menos desde fuera del ámbito municipal) bien parecen mirar hacia otro lado. Uno puede quedarse en la decepción confirmada este viernes por los grupos de la oposición, o en la desilusión que parece acompañar por el nunca completado proyecto de eliminación de la barrera ferroviaria. Incluso también se puede llegar al desengaño por la falta de noticias de la ronda Norte, o la contrariedad por las inundaciones cuya solución se demora en exceso.

Y podría hablarse de fiasco si se piensa en la apuesta por la Formación Profesional del Gobierno del Principado en territorios vecinos sin que el gran centro suministrador de profesionales para el vasto ecosistema industrial de la comarca vea cumplidas su expectativa de crecimiento (también comprometida).

Desencanto podría ser que la mayor inversión por habitante en esta comarca no vaya precisamente a la cabecera del territorio, de donde se nutren buena parte de los activos que hacen de este territorio el área urbana con mayor peso industrial de todo el país, donde casi tres de cada diez empleos se van para la industria. Si a ello se une el chasco, la burla, el engaño y, por qué no, el sentimiento de fracaso, ante esa mirada hacia otro lado que niega que Avilés ha sido y es ejemplo en la creación de un nuevo modelo productivo, uno se consume ya en la frustración.

Las partidas pendientes del ejercicio anterior, que se mantienen en el mismo importe o que llegan a retroceder con en el caso de los proyectos incompletos de la FP avilesina y la Escuela de Arte no hacen sino encender las alarmas acerca de cuál será el futuro de nuestro pasado.

Urge promover las condiciones para otras actividades que ya despuntan en este territorio como las energías renovables, la I+D en el sector de los materiales, la gestión del conocimiento, la economía verde, o el salto a la industria 4.0 frente a otros modelos urbanos basados en la importación de materiales y energía y la exportación de contaminación y residuos.

Sostiene Boaventura de Sousa Santos que estamos viviendo una explosión de “demodiversidad” o, al menos, un florecimiento de la “experimentación democrática” y eso requiere que los vecinos, el tejido social organizado, tome parte en “hacer ciudad” dando opinión y concediendo espacio para la crítica cuando se navega en la tormenta.

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