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La exposición de belenes vuelve a la Fruta

Los belenistas avilesinos muestran doce Nacimientos entre los que destacan los tradicionales, la nota popular la ponen los clicks, las fofuchas y la cerámica

Primeros visitantes de la exposición de belenes.

La tradicional exposición de belenes de Avilés (veintidós ediciones) se ha vuelto a centralizar en un único local (en la calle de la Fruta) y es que el año pasado la asociación de belenistas local tuvo que conformarse con ir de escaparate en escaparate escapando de la tercera ola del covid-19. “No tiene punto de comparación lo del año pasado con lo de ahora”, explicó Lolo Solís, el portavoz de los belenistas.

La sexta ola, en plena potencia, lo que ha hecho ha sido limitar el número de visitantes en el local: veinte personas a la vez, mascarilla en todo momento y lavado de manos con gel hidroalcohólico. Fiesta, devoción, pero también seguridad.

El éxito de la nueva exposición está garantizado. “Volvemos a estar céntricos, la gente no tiene que buscarnos, sólo tienen que pasear y disfrutar de lo que ofrecemos”, continuó el portavoz de los belenistas que este año son siete, pero que han montado 12 belenes en sus correspondientes ventanas. Buena parte de los dioramas recrean paisajes de Palestina, es decir, el Nacimiento en el lugar en el que se produjo, pero también hay belenes más particulares: en una estación de esquí y con los muñecos clicks de Playmobil recreando la Sagrada Familia (una obra de Jorge Calzón), pero también uno hecho con fofuchas (muñecas hechas con papel eva).

La exposición de belenes vuelve a la Fruta

Lolo Solís distingue los belenes tradicionales de los populares. Los primeros siguen los pasos dados por San Francisco de Asís cuando montó el primer belén en el siglo XIV. Los populares descontextualizan el origen del Nacimiento. En la exposición avilesina los que abundan son los primeros sobre los segundos. Los primeros visitantes, sin embargo, celebraron a todos por igual. La entrada estuvo controlada por vigilancia para evitar aglomeraciones. Otro vigilante, en el interior, tenía como encargo evitar paradas largas ante los dioramas.

A los miembros del colectivo de belenistas se han sumado, como todos estos últimos años, los belenes de cumbres que han creado los alumnos de la Escuela de Cerámica de Avilés. “El Grupo de Montaña de Ensidesa lo que hace dejarlos en los montes durante las fiestas y después los devuelven a la Factoría Cultural”, dijo Lolo Solís que participa en la exposición de belenes desde hace veintidós años, es decir, de la primera edición, la que se organizó en el Palacio de Ferrera. “La primera estuvo el Ayuntamiento y éramos tres belenistas que, por entonces estábamos empezando”, señaló Lolo Solís.

La exposición de belenes vuelve a la Fruta

La muestra ha ido recorriendo la ciudad. Durante muchos años la exhibición la acogía la iglesia vieja de Sabugo. Pasaron después a un local vacío de la plaza de Santiago López y después, a la calle de la Fruta. El año pasado no, el año pasado fue el del gran covid, y las autoridades prohibieron actividades en locales cerrados. “Fue una gran idea para el tiempo de pandemia”, reconoció Solís.

Los organizadores de la exposición destacaron ayer el papel principal del Ayuntamiento de Avilés en la realización, cada año, de la muestra. “Nosotros solos no podríamos”, subrayó Solís. El Ayuntamiento alquila el local –una antigua tienda de ropa– y paga también la seguridad. “No pudiendo tener la iglesia para la exposición, este local de la calle de la Fruta es el mejor sitio para nosotros”, añadió el portavoz del colectivo.

Lolo Solís explicó que aunque los belenistas presenten las mismas figuras todos los años “nunca se exhibe un escenario igual”. Al fin y al cabo, se trata de un Nacimiento. Las ventanas que han abierto los belenistas muestran un bosque de figuras hebreas. Contrastan las fofuchas, los clicks y los belenes de cumbres.

La exposición de belenes vuelve a la Fruta

La muestra este año cuenta con “La caleya”, de Teófilo García; “Y la luz bajo al mundo”, de Emilio Blanc; “Alrededores de Belén” de la familia Bango; “Nacimiento en alta montaña”, de Jorge Calzón; “Ternura”, “El primer juguete”, “La llegada de los Reyes Magos”, “Miniaturas” y “La anunciación”, de Lolo Solís; “La ciudad encantada”, de la Factoría Cultural, “Ser diferente es bonito”, de Alexia Rus y los belenes de cumbres.

El horario habitual es de 11.00 a 14.00 horas por la mañana y por las tardes de 17.00 a 21.00 horas. En Nochebuena y en Nochevieja, sin embargo, se cierra a los 20.00. Recogen las piezas el 7 de enero.

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