La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los guardianes de la infancia

El equipo de intervención técnica de apoyo a la familia, premiado por el Ministerio de Derechos Sociales, atendió a 200 menores el último año: “La pandemia nos ha demostrado que somos vulnerables”

En la imagen, sentada, Begoña Nicieza Menéndez. De pie, Remedios Cotarelo Alonso, a la izquierda, y Lorena Suárez Iglesias. | M. M.

“Somos unos invasores de la intimidad”, sentencia Begoña Nicieza Menéndez, educadora del equipo de intervención técnica de apoyo a la familia (EITAF), un servicio dependiente de los Servicios Sociales de Avilés. Junto a Nicieza trabaja la también educadora Remedios Cotarelo Alonso y los psicólogos Lorena Suárez Iglesias y Agustín Lozano Vicente. Los cuatro tienen entre sus manos una misión tan complicada como emocionante, porque, por fortuna, la mayoría de sus expedientes se resuelven con éxito: el bienestar de los niños, niñas y adolescentes y la satisfacción de sus necesidades básicas. Sustentan su intervención en la consideración de la familia como el entorno idóneo en el que pueden conseguirse tales condiciones.

Solo en 2020 trabajaron con unas 150 familias y 200 menores de edad. Esta atención va dirigida a familias que se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad para la aparición de factores de riesgo o de una situación de desprotección infantil. Hasta el EITAF llegan infinidad de usuarios, y ninguno con las mismas necesidades que el otro. Unos lo hacen obligados y otros por voluntad propia. Violencia de género, absentismo, dificultad para controlar la conducta de los menores, malos tratos o sospecha de los mismos, negligencias…

La puerta de entrada al EITAF son las unidades de trabajo social. “Cuando detectan que hay una familia con la que es necesaria una intervención intensa o realizar trabajo especializado nos la envían”, precisa Cotarelo. Al EITAF, ubicado desde hace algo más de un lustro en un edificio de Hermanos Espolita, acuden personas derivadas por Servicios Sociales, pero también desde el sistema judicial y el Instituto Asturiano de Atención Integral a la Infancia y a las Familias.

La primera entrevista la realizan a la par educador y psicólogo. Y comienza así un proceso complicado: estos cuatro expertos trabajan con la ley en la mano y deben velar porque se garanticen los derechos de los más pequeños. Pero están ahí para ayudar a las familias “a que sean mejores padres y mejores madres y sus hijos permanezcan con ellos, que es donde mejor están”. Saben, por su experiencia, que las dificultades de crianza no entienden de perfiles. “La pandemia nos ha demostrado que somos vulnerables”, señalan estas profesionales que trabajan por posibilitar que un menor pueda vivir en su familia de origen con todas las garantías y sus necesidades básicas satisfechas.

El equipo especializado no sigue patrones definidos. “Lo importante es avanzar en objetivos con las familias, que son objetivos compartidos. Todo depende de la respuesta por parte de las familias y también de nuestro trabajo”, precisa la psicóloga Lorena Suárez, que valora la implicación de todo el equipo. Coinciden en la “generosidad” de las personas que dejan sus vidas en sus manos: “Invadimos su intimidad. Nos coordinamos en red con colegios, pediatras, hospital, la consejería, asociaciones…”, especifican. Aplauden también a los más pequeños, niños y adolescentes: “Nos dejan entrar en sus vidas y nos ven como un servicio importante para ellos”.

Parte del éxito del EITAF, según los trabajadores, es el respaldo que tienen por parte del Ayuntamiento de Avilés, que favorece su continua formación. También destacan que en el equipo de intervención técnica de Avilés “no hay funcionarios de ocho a tres: aquí estamos por las tardes, nos adaptamos a las familias y a los niños”. Y esa calidad del servicio público se refleja en sus estadísticas: “En la mayoría de casos se cumplen los objetivos”. En otros, los menos, se dictan medidas de protección para los menores. “Hay que garantizar los derechos de los niños y si no los padres no pueden o no son capaces la administración está para garantizarlos”, puntualizan.

El objetivo de equipo especializado que se formó allá por el año 2000 en la sede de Servicios Sociales en Galiana es seguir rozando la excelencia. Prueba de ello es el reciente reconocimiento por su trabajo de promoción de la parentalidad positiva por parte del Ministerio de Derechos Sociales y la Federación Española de Municipios y Provincias, que desde 2010 colaboran en la promoción de políticas locales de apoyo a las familias desde el enfoque de la parentalidad positiva. Así definido, parentalidad positiva es la tarea de promover relaciones positivas con los hijos, fundadas en el ejercicio de la responsabilidad parental, para garantizar los derechos del menor en el seno de la familia y optimizar su desarrollo potencial y su bienestar.

Para el equipo de Begoña Nicieza, Remedios Cotarelo, Lorena Suárez y Agustín Lozano esta distinción supone un aliciente para seguir apostando por el trabajo de calidad desde los Servicios Sociales con todas las familias de Avilés.

El grupo viene desarrollando desde 2012 el Programa de Orientación Educativa Familiar basado en la guía para el Desarrollo de competencias emocionales, educativas y parentales diseñada por Raquel-Amaya Martínez, profesora de la Universidad de Oviedo y avalado por el Observatorio de la Infancia. Desde entonces hasta ahora han participado en el citado programa 125 personas. Y de fondo, siempre, los buenos tratos. Que es el motor que impulsa a este equipo ahora “cum laude” con sede en Hermanos Espolita.

Compartir el artículo

stats