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Un historiador avilesino disecciona a la Policía franquista, “que bebió de la Gestapo y la CIA”

Alcántara edita un libro sobre la Brigada Político Social: “Los verdugos y torturadores formaban parte de un engranaje, no eran casos aislados”

Pablo Alcántara, con su libro, en la plaza Alfonso VI de Avilés.

El historiador avilesino Pablo Alcántara editó a finales de abril su investigación sobre la Brigada Político Social del franquismo en forma del libro “La Secreta de Franco” (Espasa). Ha vendido unos 1.000 ejemplares y ha emprendido una gira de presentaciones por todo el país. Su obra es el resultado de horas y horas en archivos para arrojar luz sobre las torturas y la represión policial a los opositores al régimen franquista. En su investigación, estableció las conexiones entre la Gestapo nazi y la CIA con la Brigada Político Social. “En 1938 hay pactos de cooperación entre la Alemania nazi y la España franquista y en 1941, nace la ‘secreta’ de Franco, no es casual”, afirma el historiador, que se refiere también a las conexiones con la CIA y el FBI: “La CIA y el FBI tienen que ver mucho en la modulación para adaptarse a los cambios que está teniendo la sociedad española, nace el nuevo movimiento obrero y estudiantil y la BPS no entiende esos cambios. Esos cuerpos estadounidenses les ayudan a modernizarse, con nuevas técnicas de tortura psicológica, varios policías viajan a Estados Unidos para aprender sobre la cruzada anticomunista...”

La idea de sacar esta obra a la luz, explica Alcántara, responde a la primera investigación académica con datos y documentos oficiales. “Si me meto en este jaleo es por un reclamo de parte de la sociedad ante varias denuncias políticas y judiciales como la de Antonio González Pacheco, ‘Billy el Niño’. En los años ochenta y noventa se corrió un tupido velo sobre este proceso, y en los últimos años renace la memoria y quiero aportar mi granito de arena”, defiende el también doctor en Historia.

Alcántara recalca que “los verdugos y torturadores” a los que hace referencia en su libro “forman parte de un engranaje, no actuaban a su libre albedrío como, por ejemplo, pretenden vender a ‘Billy, el Niño’ –como un individuo aislado y alocado–, sino que es una parte más de la Brigada Político Social del franquismo”. Otros nombres salieron a la palestra como el de Roberto Conesa, que ya participó en la represión de la guerrilla, de obreros y estudiantes y llegó a formar parte de “esa Policía de la dictadura que no fue depurada en la democracia con crímenes impunes e incluso con ascensos”. Otro fue Comín Colomer, “que formaba parte del aparato de propaganda y también Claudio Ramos, quien “tras la presión del movimiento obrero asturiano es enviado al País Vasco cuando ETA comienza a recrudecer sus acciones en pleno franquismo”.

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