Noche toledana la que pasaron del viernes al sábado los vecinos de la plaza de Pedro Menéndez y calles aledañas, en especial la de Emile Robin. Según relató a este diario una vecina "el ruido de los conciertos del primer de ‘La Grapa’ [el festival avilesino de "música negra"] impidió conciliar el sueño hasta las 4 de la madrugada; y eso quien pudo pegar ojo, porque a esa hora la música fue sustituida por el barullo de la gente que se quedó en la calle y, ya al alba, la llegada de un camión tocando el claxon".
La mujer, que aseguró tener intención de presentar mañana una queja formal en el Ayuntamiento, describió lo vivido como "algo ‘exagerao’, era como si cayeran bombas; de hecho mi nieto de 7 años, que había venido a pasar la noche, se angustió tanto que tuvimos que llamar a la madre para que viniera desde Villaviciosa a buscarlo y sacarlo de este infierno".
Cuatro familias de la zona llamaron quejosas al cuartel de la Policía Local en el transcurso de la noche, algunas, antes de la 1 de la madrugada, cuando aún no habían empezado siquiera a tocar los bilbaínos "The Travelling Brothers", los más "cañeros" de la noche. Aunque quisieran, nada habrían podido hacer los agentes porque los conciertos contaban con los permisos pertinentes.
Consciente de este nueva queja, la concejal de Festejos , Yolanda Alonso, valoró ayer la "sensibilidad" que su departamento muestra hacia el derecho al descanso de los vecinos, plasmada por ejemplo en el adelanto de la hora de los conciertos del próximo Festival de la Cerveza; pero también hizo ver que agosto es el mes de la fiesta patronal, que "una inmensa mayoría de gente las disfruta" y que la programación "tiene un impacto económico positivo en la ciudad".
