Alfonso Palacio, que es el director del museo de Bellas Artes de Asturias, aseguró ayer que "cualquier iniciativa cultural diseñada con sentido, solidez y criterio científico" va a contar con su respaldo. Y con estas palabras toma partido, desde el primer momento, sobre el proyecto de pinacoteca municipal que está bullendo en Avilés a cuenta de la gran exposición de obras de avilesinos prevista para el próximo año, un proyecto que la institución que dirige y el Ayuntamiento están cocinando desde la primavera del año pasado y que Palacio desveló hace unos pocos días en la presentación de la última reedición de "Avilés, una historia de mil años", de Juan Carlos de la Madrid.
La pinacoteca avilesina es una ambición de décadas. Los primeros tiros se dieron en la época de las exposiciones de artistas asturianos y avilesinos (1921-1934) que promovieron el poeta y bibliotecario Luis Menéndez "Lumen" (la primera) y el crítico de arte y secretario perpetuo de la Real Academia de San Fernando, José Francés (el resto); por entonces fue cuando comenzó a hablarse de un museo propio para los creadores del concejo.
Aquella idea se revitalizó hace pocos años –de la mano del exconcejal Román Antonio Álvarez– y ahora, en 2022, vuelve a emerger empujada de manera doble: por la exposición de artistas avilesinos y porque el palacio de Josefina Balsera –la sede del Conservatorio de Avilés– está previsto que quede vacío a comienzos del curso 2023-24 porque las enseñanzas musicales irán a la antigua sede de Correos, en la calle de Ferrería. El palacio que adquirió el Ayuntamiento de Avilés en los primeros años ochenta es el lugar en el que los responsables culturales de la ciudad han puesto los ojos para acoger una colección permanente de artistas plásticos radicados en el concejo y otras temporales.
¿Será el lugar que la exposición de los avilesinos del Bellas Artes? Palacio explicó también que eso está por decidir, que está pendiente una nueva reunión de la concejala de Cultura, Yolanda Alonso, y de él mismo para diseñar los detalles: la sede, la selección de las obras, el responsable de la exposición...
El plan en el que trabaja Palacio tiene que ver con lograr que la colección de avilesinos sea la primera que salga de los muros del Bellas Artes coincidiendo con el inicio de las obras de la segunda ampliación, cuyo inicio está previsto "para finales del próximo verano o comienzos del otoño". Lo explicó con claridad: "Queremos que la exposición de los avilesinos inicie el proceso de externalización de nuestras colecciones coincidiendo con el inicio de la obras de la segunda ampliación del museo", señaló Palacio. Estas obras, en todo caso, tienen que haber acabado antes del 31 de octubre de 2025 y se financiarán con 5,9 millones de euros procedentes de los fondos del Xacobeo –que llegan al Principado a través de la Viceconsejería de Turismo–.
La política de externalización de las colecciones de arte del Bellas Artes tiene largo recorrido. "Somos muy generosos", subrayó Palacio. Así se ha visto parte de las obras del centro cultural del Principado en Gijón, en La Caridad (El Franco), en Piedras Blancas (Castrillón). Sin embargo, la idea de la exposición de los avilesinos del Bellas Artes tiene una dimensión mayor. Y eso es así porque las obras de la segunda ampliación dejarán a medio gas las instalaciones centrales durante varios meses y porque el museo no quiere abandonar su actividad divulgativa y de conservación.
