La Comisión Permanente de la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte, reunida la pasada semana en el Consejo Superior de Deportes (CSD) ha dictado un veredicto condenatorio para el caso de los nueve espectadores del partido Avilés-Guijuelo, disputado el pasado 15 de enero en el Suárez Puerta, a los que se acusó de haber gritado "¡uh, uh, uh!" con presunto ánimo de mofa, insulto o menosprecio al portero de piel negra del equipo visitante, el dominicano Johan Guzmán.
El fallo determina la imposición de "multas de 4.000 euros" para "los nueve individuos que en el minuto 71 de partido [según el acta arbitral] emitieron sonidos imitando los chillidos de los simios y profirieron insultos racistas dirigidos al portero del equipo visitante". Así mismo, se prohíbe a estas personas "el acceso a los recintos deportivos por un periodo de 12 meses".
El Real Avilés Industrial, a preguntas de este diario, ha manifestado que aún no ha sido informado por la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte de quién son los nueve espectadores –se supone que seguidores del equipo blanquiazul– desterrados durante un año de los recintos deportivos. En consecuencia, y al menos de momento, es imposible controlar el acceso de los sancionados al campo municipal avilesino, del mismo modo que nada les impedirá ir a otros estadios, polideportivos o canchas.
Tampoco aclara la nota del CSD qué pruebas ha tenido en cuenta para hacer firme la condena y la multa a los nueve espectadores –que estaban en un grupo de animación en la grada junto a 40 personas más– ni qué procedimientos de defensa de sus derechos se han puesto a disposición de los sancionados.