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Aficionados del Avilés en Ganzábal durante el Langreo-AvilésN. M.

Ganzábal, trampolín hacia el optimismo: así vivió la afición del Avilés la victoria contra el Langreo

"El derbi es un partido clave, ganar nos permite no descolgarnos en la lucha por la promoción de ascenso", apuntan los seguidores del Avilés desplazados a Langreo

"Están en juego más de tres puntos. Es un partido clave, porque si ganamos hoy nos enganchamos arriba, y si no, nos podemos ir olvidando". Ayer Ganzábal se tiñó de blanquiazul, por lo menos gran parte de la grada. La afición del Avilés no quiso faltar a su cita con el equipo y, siendo un derbi, aún menos. Durante los días previos el ambiente se fue caldeando, pero finalmente la sangre no llegó al río y se pudo ver un encuentro muy competido que terminó con los futbolistas avilesinos cantando a coro con sus aficionados.

Ganzábal, trampolín hacia el optimismo

"Ganar al Langreo siempre presta", reconocía Julián Escalante, que animaba en la grada con su disfraz de llama del Fornite, un popular videojuego. "El ambiente está muy bien, se nota la rivalidad que hay entre ambos equipos", apunta el avilesino, uno de los fijos en la grada blanquiazul que no quería, ni por asomo, perderse la cita. "Ni loco me pierdo un partido así. Hay que ganar para volver a soñar con ascender", señala. Mientras, su madre, Verónica, repartía mantecados a toda la grada visitante, para que nadie pasase hambre durante la visita.

Las categorías inferiores tampoco quisieron faltar a la cita para animar al primer equipo. "Hay bastante pique, por eso queríamos estar aquí para animar a los grandes", confiesan Iván Chousa, Jairo Fernández, Saúl Fernández, Alex Cipleu y Mini, componentes del juvenil blanquiazul que no perdieron detalle de lo ocurrido sobre el terreno de juego, conscientes de que puede que en unos años sean ellos los que estén defendiendo la elástica avilesina.

La parte musical estuvo a cargo de Noa de los Ríos, que estaba en la grada junto a su tambor. "Era un partido importante, porque si no sacábamos un buen resultado nos descolgábamos", apunta Alfonso, su padre, mientras la pequeña Noa, de tres años y medio, empezaba a tocar su tambor. "Es un instrumento que le encanta. Como se va acercando ya la Semana Santa ya está practicando", apunta Vanesa, su madre, que revela que la joven tiene ya su carnet de socia del Avilés y no se pierde ningún encuentro.

Ganzábal, trampolín hacia el optimismo

"Estos tres puntos son claves, ahora hay que pensar en volver a sumar de tres en casa ante el Cayón para seguir con la racha", indica Nuria Fernández, que se muestra optimista respecto a las posibilidades que tiene el avilés de meterse en play-off, meta que ahora tienen a cuatro puntos. "El ascenso directo es imposible, pero en la promoción nos podemos colar seguro", señala. Por el empuje de la grada blanquiazul, que una vez más fue fuel a su cita con el equipo, no será.

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