Gijón, Pablo TUÑÓN

Se fue a Dubai con la ilusión de superar sus marcas personales y volvió graduada en todo un Campeonato del Mundo. La nadadora del Club Natación Santa Olaya, Mercedes Peris Minguet (Valencia, 1985), todavía no ha digerido la gloria alcanzada en tierras árabes. Su medalla de bronce, en 50 metros espalda, en el Mundial de natación es un preciado premio al esfuerzo. Ahora le toca festejarlo en Valencia con la familia, aunque solamente sea por unos pocos días, ya que en seguida ha de volver al Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat para seguir entrenándose.

-¿Antes de ir a Dubai creía que era posible hacerse con un metal?

No, no fui con esa intención aunque un deportista siempre quiere mejorar. Pero era consciente de que era muy difícil y mi objetivo era mejorar mis marcas, que ya sabía que estaba complicado porque veníamos de los bañadores de poliuretano y tenía que mejorar unas marcas muy buenas. Eso sí, sabía que si las bajaba estaría en finales, sobre todo en 50 metros.

-¿Cuándo supo que la medalla era posible?

-Cuando nadé por la mañana y me clasifiqué como segunda, fue un subidón que dije: "Madre de Dios, qué está pasando, que esto es un Campeonato del Mundo". Y me lo tenía que repetir a mí misma, porque me sorprendía de lo tranquila que estaba, a pesar de estar compitiendo en un Mundial.

-Dos nuevos récords de España, se está convirtiendo en una auténtica record woman?

-No sé si llego a eso, pero está muy bien y estoy contentísima. El pasado diciembre empecé a tener récords de España y la verdad es que este año ha sido increíble y espectacular. Y doy gracias a Dios de todo lo que me está pasando, porque es muy importante y no es fácil, y más con mi edad, estar empezando a destacar.

-Es usted el primer nadador del Santa Olaya que alcanza semejante gloria...

-Estoy supercontenta por ellos, porque son mi club y me cuidan un montón. Me siento respaldada al cien por ciento . Encima, ver que se alegran tanto por mí y se preocupen tantísimo por mí, no es normal. Estoy feliz de estar en ese club asturiano y no lo cambiaría por nada del mundo.

-Ahora sólo le queda una medalla en unas Olimpiadas...

-Eso queda muy lejos todavía y hay que seguir entrenando muchísimo. Hay muchos pasos que dar antes de una medalla olímpica. Hablar de un metal olímpico es lo más grande que te puede pasar y lo más difícil que puedes conseguir en tu vida deportiva.

-También has hecho historia con la Selección Española. Increíble lo conseguido en Dubai a nivel de equipo ¿no?

-Muy fuerte. Te entraba un subidón cada vez que veías que conseguían medallas y finales los compañeros. Estoy muy contenta. El ambiente que hemos vivido ha sido muy positivo, porque ves que si ellas pueden, tú también puedes.

-La alegría de la natación española llega en un momento en el que ha saltado el tema del dopaje...

-La gente no debe pensar que todos estamos manchados. Yo no acuso a nadie hasta que no se demuestre lo contrario, pero si han hecho algo que lo paguen. La gente tiene que valorar lo que hacemos los demás, porque son años y años de sacrificio para que luego te acusen así como así. Hay que respetar a los deportistas, porque no todos estamos metidos en el mismo saco.

Estoy muy contenta en el Santa Olaya, me respaldan a tope y no cambiaría de club por nada del mundo