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Entrenador de balonmano

Una costumbre sana y simpática

Los aficionados del Hostelcur Gijón organizan un tercer tiempo con sidra, empanadas y tortillas al término de los partidos que el equipo disputa en cancha propia

La Calzada fue desde siempre el barrio fabril más importante de Gijón. Allí residían los obreros que trabajaban en los astilleros gijoneses, en la siderurgia y en la enorme cantidad de empresas y pequeños talleres que llenaban el bario: La Algodonera, Gijón Fabril, la Fábrica de Loza.... sus habitantes tuvieron un carácter reivindicativo y luchador. Alli se asentó a principios del siglo XX una sucursal del Ateneo Obrero de Gijón que todavía hoy sigue funcionando. Como una pequeña ciudad dentro de l ciudad tuvo también un equipo de fútbol de solera, el Calzada, que fue cantera para el Sporting y otros importantes clubes que luego se acabó fusionando con el Pelayo de Jove para formar el Gijón Industrial, actualmente en Tercera división. Es un barrio con personalidad propia del que se sienten muy orgullosos todos sus vecinos. En la actualidad hay dos deportes que en ese barrio están en plena moda, el balonmano y el hockey sobre patines gracias a los éxitos de dos equipos femeninos, el Mavi NT y el Hostelcur, antes Biesca. El primero quedó este año campeón de la Copa de la Reina y el segundo revalidó su título liguero y además conquistó su quinta Copa de Europa de clubes. Éste último tiene una costumbre muy simpática y típicamente asturiana. Consiste en que al finalizar los partidos que juegan en casa y en el exterior del pabellón de Mata Jove su improvisa una espicha con sidra, empanadas y tortillas. Se invita a las jugadoras del equipo local y también al visitante, a los árbitros directivos y autoridades. Esto al margen del resultado, independientemente de que éste haya sido una victoria o una derrota. ¡Que gran idea!, con ello consiguen, a mi entender, muchos objetivos sociales y deportivos y le han puesto de nombre el tercer tiempo que creo proviene del rugby en el que los dos equipos después de darse mamporros durante todo el partidos se juntan para tomar unas cervezas. Con ello se logra unir más al grupo, se hace amistad con los rivales y los árbitros y se acerca al equipo a la base y a la masa social posibilitando la llegada de nuevos socios. Ahora que viene un cambio de ciclo muy importante en el club ya que se va el presidente, el entrenador y dos de las jugadoras más importantes y que sobre todo que las estadísticas y las revistas especializadas dicen que el Hostelcur Gijón es el mejor equipo del mundo esperamos que al efluvio de estos apetitosos manjares puedan regresar alguno de nuestros más firmes talentos emigrados en busca de unas mejores condiciones profesionales. El regreso de Fernando Sierra, el entrenador que formó este equipo puede ser el mejor ejemplo. Que cunda.

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